SAN PEDRO SULA. Tal parece que no acaban los «planchones» de las autoridades penitenciarias en nuestro país. Esta vez de trata de un miembro de la pandilla 18 que se hizo pasar por otro recluso para tener una «nueva oportunidad» de juicio y con la enorme posibilidad de quedar en libertad.
Sin embargo, fue descubierto a tiempo y de reconoció que el sujeto esposado y que asistió a los tribunales de Justicia, es Efraín Alexander Zúniga Castro, cabecilla ya condenado.
Se supo que Zúniga Castro quiso sumplantar exactamente a Kevin Eduardo Pineda Murcia, acusado del delito de extorsión en al zona norte de Honduras.
Zúniga Castro fue enviado de la propia cárcel de máxima seguridad El Pozo, de Ilama, Santa Bárbara.
Lee también: “El Pechocho” pone en duda seguridad de “El Pozo”; a la espera de fallo en SPS
UN HECHO PARECIDO
A finales de junio pasado, el Instituto de Ciencias Forenses informó que el cadáver de un
reo asesinado en el interior de la cárcel de máxima seguridad conocida como «La
Tolva» o «El Pozo II», no había sido entregado a sus familiares debido a una confusión con su identidad.
De acuerdo con la portavoz de esa institución, Issa Alvarado, al privado de libertad-con el supuesto nombre de Julio César Osorio Gordón- ya se le practicó la autopsia médico legal después que el cadáver ingresara a la morgue capitalina en horas de la mañana.
Sin embargo, se determinó que Osorio Gordón no estaba inscrito en el Registro Nacional de las Personas (RNP), por lo que su cadáver aún no había sido entregado.
DUDAS SOBRE «EL POZO» Y «LA TOLVA»
Alvarado explicó que a Osorio Gordón se le aplicó el procedimiento del método de dactiloscopia y como no estaba registrado en el RNP, fue difícil su identificación mediante ese sistema.
No obstante, hasta las oficinas forenses han llegado los familiares de Osorio Gordón. En ese sentido, los médicos determinaron qué método científico utilizarían para identificarlo.
EN DUDA LA SEGURIDAD DE CÁRCELES DE MÁXIMA SEGURIDAD
Cabe recordar que el privado de libertad, que pagaba una condena de 82 años de
cárcel, fue asesinado por sus propios compañeros de celda en las instalaciones de
la cárcel de máxima seguridad El Pozo II, ubicada en la carretera CA-6, en la
jurisdicción de Morocelí, El Paraíso.
Además, se conoció que Osorio Gordon recibió al menos 50 heridas en su cuello, las que habrían sido ocasionadas con un clavo, asimismo fue atacado con un palo de escoba partido por la mitad. Autoridades del INP informaron que el privado de libertad fue encontrado muerto en su celda la madrugada de un domingo, después de una pequeña
inspección.
En “El Pozo I” inicia censo por falsas identidades de reos
Establecer la verdadera identidad de reos que guardan prisión en los diferentes centros penitenciarios del país ha resultado difícil para las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), debido a que muchos solo están identificados por el alias y ni en el Registro Nacional de las Personas (RNP) les encuentran una inscripción.
En los recientes traslados de más de 2,000 peligrosos pandilleros a los centros de máxima seguridad como el “Pozo I”, en Ilama, Santa Bárbara y “El Pozo II”, en Morocelí, El Paraíso, las autoridades del INP, encontraron que muchos de los reclusos tienen hasta tres identificaciones, es decir seis nombres e igual cantidad de apellidos distintos.
Al realizar la revisión de los expedientes, algunos solo aparecen identificados con sus sobrenombres, como “Lucifer”, “El Diablo”, “Calavera”, “El Flaco”, “El Killer” y de otros ni los registros se encuentran.
El desorden en el sistema penitenciario nacional ha generado la clonación de identidades, principalmente entre los peligrosos criminales, de manera que algunos aparecen hasta con seis nombres y apellidos diferentes y no se sabe cuál es el verdadero, evitando así que les sigan el debido proceso legal.
CENSO DE IDENTIDADES
Una fuente confirmó que en los principales centros penales algún personal del INP se ha prestado a cambiar y desaparecer los archivos a cambio de pagos de parte de las estructuras criminales que buscan seguir operando desde las sombras.
Funcionarios del RNP, confirmaron que han conocido la preocupación de las autoridades del INP, porque no saben la identidad real de cada uno de los internos de los diferentes recintos a nivel nacional y les han solicitado ayuda para identificarles.
Agentes de investigación que conocen de estos casos informaron que ante las constantes fugas y con los traslados de pandilleros, se ha detectado este tipo de problemas, ya que muchos criminales, en especial los pandilleros, utilizan varias identidades para evadir a las autoridades cuando quedan en libertad o se escapan, como ha sucedido últimamente.
REOS SIGUEN SALIENDO
La mayoría de los casos suceden en los presidios de mayor población, como en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), la Penitenciaría de San Pedro Sula y en menos escala en el resto de cárceles del país.
El vocero de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), teniente José Coello, expresó que la mayoría de delincuentes cuando son capturados, únicamente se identifican por el alias o portan identidades falsas.
Cuando solo se manejan los alias, le corresponde a las agencias de investigación verificar sus nombres o si portan identidades, estas pueden ser corroboradas también mediante las huelas dactilares, porque los delincuentes utilizan identificaciones falsa para poder evadir a las autoridades cuando hay órdenes de captura en su contra.
