Tegucigalpa, Honduras. En una extensa carta dirigida a la población hondureña, el exjefe de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), Juan Jiménez Mayor, da a conocer los motivos por los cuales interpuso su renuncia irrevocable.
Cabe mencionar que la MACCIH se instaló en el país el 19 de abril del 2016, con el objetivo de investigar los presuntos actos de corrupción que se han cometido en Honduras durante de los últimos años.
El delegado por la Organización de Estados Americanos (OEA), en su misiva expresa una serie de puntos. Entre los cuales, sobresalen su relación con Secretario General de ese organismo.
Asimismo, las debilidades que la MACCIH tiene en Honduras. De igual manera, una serie de detonantes que lo llevaron a interponer su dimisión. En los próximos días se estará marchando del país.
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Relación Jiménez Mayor y Almagro
Uno de los principales puntos que el ex funcionario peruano pone como razón para renunciar a la MACCIH, es la “falta de comunicación personal” con Almagro.
En ese sentido, al inicio de la extensa carta, el ex vocero de la MACCIH dice que “debo lamentar la falta de comunicación personal del señor Almagro con el Jefe de esta Misión desde agosto de 2017”.
Continúa que el problema se agravó cuando Jiménez Mayor viajó a la sede de la OEA en Washington,el 30 de enero del presente año y no fue recibido por el Secretario General.
“Esta tuvo su mayor expresión al no recibirme el pasado 30 de enero, pese a saber que había viajado expresamente para reunirme con él e informarle sobre la situación actual de la Misión”, señala la carta de Jiménez Mayor.
Debilidades de la MACCIH
A criterio del ex jefe de la MACCIH, dicha Misión de Apoyo enviada por la OEA a Honduras, tiene diversas debilidades. Entre ellas, está que el Estado de Honduras no ha querido aprobar leyes importantes propuestas por la Misión.
“Leyes como como la de Colaboración Eficaz, que cumplió en diciembre último un año desde su entrega. También es relevante señalar que se produjo en este período la aprobación del Código Penal. Esto con una rebaja a las penas de delitos de corrupción, contra la opinión técnica de la misión”, precisa la misiva.
De igual forma, añade que el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción no podrá funcionar si no se le dan las “herramientas necesarias para cumplir su trabajo”. Al tiempo que lo califica como “un asunto de voluntad política”.
Además, otra de las quejas señaladas por Jiménez Mayor en su carta, es que la Misión solo cuenta con diez personas en el área de investigación. “Estamos trabajando a toda máquina; a pesar que solo contamos en este momento con diez personas en el área de investigación”, indica.
Sin embargo, comparó al equipo de trabajo de la MACCIH con el de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“La CICIG de las NNUU (ONU) tiene 80 expertos en la misma área –de investigación-. Hemos pedido desde el año pasado la contratación de 10 nuevos forenses, los cuales aún no llegan; afectando la eficacia de la Misión. Por esta decisión, nuestra capacidad seguirá disminuida por varios meses”, manifiesta.
Problemas a solucionar
En tal sentido, el ex jefe de la MACCIH, apunta que existen problemas que deben ser solucionados. Dificultades que “dependen exclusivamente” de Luis Almagro.
Otro de los inconvenientes que se ha topado la Misión de Apoyo es que ninguna de las decisiones administrativas que exigían celeridad para el buen funcionamiento de la Misión, se han tomado oportunamente.
“No se han iniciado las negociaciones con el Gobierno de Honduras para el Memorando de Entendimiento en materia de seguridad; para el ingreso de personal policial internacional. Esta ausencia, coloca en una situación de riesgo a todo el personal de la Misión”, asevera Jiménez Mayor.
Seguidamente, otra problemática que señala el ex portavoz de los enviados por la OEA; es la falta de apoyo para la renta de un inmueble contiguo a la MACCIH. Esto, para la logística y cobertura de los elementos de la Policía Nacional de Honduras, quienes dan resguardo a las instalaciones y los funcionarios de la Misión.
“Ellos tienen solo un baño para 93 policías (incluidas las policías femeninas), que comen en la calle. No tienen donde protegerse de la lluvia y el sol. Ha tomado muchos meses convencer a los funcionarios de la sede que es una necesidad no solo operativa sino un asunto de dignidad. El proceso comenzó el 5 de junio de 2017 y recién fue autorizado el 7 de febrero de 2018”, puntualiza.
Juan Jiménez Mayor, encierra que por todo lo anterior interpuso su renuncia irrevocable a la jefatura de la MACCIH.
Finalmente, convocó al pueblo a exigir la continuidad de la Misión y selección de un nuevo jefe de Misión. El cual, garantice la seriedad y firmeza en la lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras.
