Determinación. Esa es la mejor palabra que describe a Tommitrise Collins, cuya historia se ha ganado un espacio en medios de todo el mundo por lo inusual que es.
La joven de 21 años es estudiante de psicología en la Middle Georgia State University y el pasado 12 de noviembre tenía que rendir un importante examen. Sin embargo, el destino quiso ponerla a prueba y en la mañana de ese día Tommitrise entró en trabajo de parto.
Así, en lugar de ir a la universidad, la joven fue llevada hasta el hospital donde daría a luz. Se instaló en una habitación, se puso la tradicional bata verde, se cubrió el cabello y… se sentó en la cama para rendir el examen para el que se había preparado.
“Ése era el único día en que podía dar la prueba. Estaba decidida a seguir en la universidad y a tener a mi bebé”, relató al “Daily Mail”.
Durante dos horas, Tommitrise -quien tiene una beca deportiva- se esforzó por concentrarse, a pesar de que tenía contracciones cada tres minutos y de que no quiso que le pusieran anestesia. Finalmente, terminó su examen y se lo envió por correo electrónico a su profesora.
Entonces, la joven pudo enfocarse en tener a su hija Tyler, quien nació cinco horas después, pesando casi 3,5 kilos. “Ella es increíble, es hermosa. Creo que crecerá con la misma determinación que yo”, aseguró.
¿Y el examen? Tommitrise no obtuvo la A que esperaba, pero sí una satisfactoria B. Además, su profesora le aclaró que estar en trabajo de parto era una “muy buena excusa” para faltar a un examen y que podría haberlo pospuesto. Un ejemplo, ¿o no?
