La sugerencia de algunos senadores estadounidenses de imponer un gravamen (impuesto) a las remesas enviadas desde Estados Unidos tendría un impacto directo y significativo en la economía de Honduras. Esta medida reduciría el ingreso de divisas que, según el Banco Central, representa el 90 % de todas las remesas que recibe el país. Como consecuencia, generaría presiones que conducirían a una devaluación de la moneda nacional. Además, afectaría gravemente a miles de familias hondureñas que dependen de estas transferencias para cubrir sus necesidades básicas.
Aunque actualmente Estados Unidos no impone impuestos específicos a las remesas enviadas a países de América Latina, Honduras podría ser el primero en enfrentar esa medida.
En diciembre de 2023, el vicepresidente electo J.D. Vance presentó la Ley de Retención de Ingresos Ilegales que Ingresan a los Mercados de Drogas (WIRED, por sus siglas en inglés), con la que busca imponer una tasa del 10 % a las remesas. Además, senadores del nuevo gabinete anunciaron que buscarán implementar una medida similar en respuesta a las recientes declaraciones de la presidenta Xiomara Castro.
Polémica
Recientemente, en cadena nacional la presidenta Castro declaró: «frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos (deportación de migrantes hondureños), tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que, sin pagar un centavo por décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras».
En ese sentido, Mike Lee, senador por el Partido Republicano del Estado de Utah, sugirió que se podría trasladar la base de Palmerola al país vecino de Guatemala. Además, remarcó que Estados Unidos no debería apoyar a un país que se oponga a las políticas antiinmigrantes.
“Y ya que estamos, no más ayuda a Honduras, ni a ningún otro país que esté en desacuerdo con nuestra urgente necesidad de deportar a los inmigrantes ilegales», escribió en su cuenta de X. En un segundo mensaje señaló que «tal vez deberíamos pagar por el esfuerzo de reubicación de bases gravando las remesas de Estados Unidos a Honduras”.
También, el funcionario estadounidense indicó que debería promulgar una legislación que obligue a los hondureños a proporcionar pruebas de su estatus migratorio legal cuando envían remesas a su país de origen.
Efecto negativo
Sobre el tema, el analista Omar Andrés García Calderón, expresó que poner impuestos a las remesas es una potestad que tiene el gobierno estadounidense, pero que tendría un impacto negativo para Honduras.
“Cada nación tiene su potestad de política fiscal, referente a los movimientos económicos internos que tenga. Pero en este caso lo que tenemos es una herramienta de negociación como contraparte, que han sacado senadores a lo que presentó la presidenta”, comenzó diciendo.
García considera que gravar las remesas significaría una reducción fuerte del ingreso de dólares, “a menos que los remesadores asuman el costo. Tiene varias circunstancias, afecta lo económico, pero genera una ubicación de las personas que están remesando”.
Recomendó a las autoridades diplomáticas hondureñas dejar los temas que no van de acuerdo con los intereses nacionales y negociar con el presidente electo de Estados Unidos.
“Nos va a afectar económicamente, una mala negociación va a ir a pegar al bolsillo de los hondureños. Uno de cada 5 hondureño está directamente relacionado con migrantes. Las remesas son una fuente de vida para la parte económica de Honduras, porque es el 27 % del PIB”, concluyó.
¿Cómo pueden gravar las remesas?
De acuerdo con José Tercero Midence, experto en derecho internacional, USA podría gravar las remesas a través del Congreso o mediante una orden Ejecutiva del presidente Donald Trump.
“Desde el punto de vista constitucional, le permite al Congreso aumentar los impuestos, gravar las importaciones y exportaciones, así como cualquier cosa que ellos consideren a cualquier país que tenga algún atentado contra la seguridad nacional o que uno de los países centroamericanos, en este caso, Honduras, no está colaborando con la democracia”, explicó.
El experto afirmó que solicitar la residencia permanente o legal a los hondureños para enviar sus remesas, puede aplicarse a través de los senadores con una moción al Congreso, mismo que fue instalado recientemente.
Midence sostuvo que “también pueden hacer una orden Ejecutiva o acuerdo internacional de aumentar los impuestos y gravar los envíos de los hondureños en Estados Unidos… (Las órdenes) son aquellas que el presidente considera que las personas están ingresando ilegalmente o existe una invasión. Podrá hacerlo a través de la oficina de la Casa Blanca”.
Remesas en Honduras
Según el último informe del Banco Central de Honduras (BCH), el país recibió 8,858.3 millones de dólares en remesas entre enero y noviembre de 2024. De estas, el 90 % provinieron de Estados Unidos, un 5.35 % de España y un 0.65 % de México.
El ente financiero indicó que más del 85 % de las familias que reciben este dinero lo destinan a gastos de alimentación, salud y educación. Mientras que el 4 % lo utiliza para comprar o mejorar una propiedad.
A criterio del economista Martín Barahona, Honduras tiene una alta dependencia de las remesas. Las autoridades deben evitar negociar con un enfoque político, priorizando el bienestar de los migrantes, resaltó.
«Los hondureños en Estados Unidos, legales o no, pagan impuestos. Aportan a su país de origen y al de residencia, pero no se reconoce su valor. Las negociaciones no deberían buscar defender una supuesta soberanía, sino evitar reacciones negativas de un gobierno comprometido con su electorado. Esto podría reforzar el sentimiento antiinmigrante en Estados Unidos», concluyó.
Entre las posturas enfrentadas de los gobiernos, los hondureños migrantes se mantienen en alerta. Temen que las medidas restrictivas pongan en riesgo su permanencia en Estados Unidos y, con ello, su sueño americano.