Si el Reino Unido salió de la UE, Cortés puede salir de Honduras

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Abogado Betancourt
Christian Betancourt Profesional del Derecho en Área Corporativa, Analista Adjunto de la Fundación Eléutera.

“Debemos ser libres no por proclamar libertad, sino por practicarla.” – William Faulkner

El Reino Unido ingresó a la Unión Europea tras el velo de la promesa de ser parte de un mercado común que permitiría facilidades para comerciar con los demás países del bloque, además de métodos simples para contratar trabajadores de la Unión y para migrar entre los Estados Miembros. Y algo de eso hubo al principio.

Pero con el tiempo, la Unión Europea se volvió una pesadilla de impuestos altísimos, restricciones para los productores británicos y mares y mares de regulaciones para comerciar y producir. Encima de esto, se volvió más difícil tener relaciones con países fuera de la comunidad económica. Chile, Corea del Sur o incluso México tienen más tratados comerciales con otros países que la Unión Europea.
El 23 de junio rompieron el yugo de Bruselas y el pueblo hizo historia al recuperar su soberanía. El pueblo de Cortés, y de la Costa Norte en general, podría también romper el yugo de Tegucigalpa y recuperar su soberanía.

Y las razones no serían muy diferentes. Como el Reino Unido, en Cortés sufrimos el peso de un mastodonte burocrático, un auténtico Leviatán, anti-democrático y autoritario. Incluso peor, con disposiciones como la llamada Ley de Secretos, que no nos permite al pueblo exigirle rendición de cuentas al gobierno sobre los gastos que realiza con nuestros impuestos; no sólo en la Secretaría de Seguridad con la excusa de proteger la seguridad nacional, también han usado esa Ley para cubrir sus quehaceres en el Registro Nacional de las Personas, el Poder Judicial, la Dirección Ejecutiva de Ingresos (pronto a convertirse en el Servicio de Administración de Rentas), el Instituto Nacional de Migración o el Instituto Hondureño del Seguro Social (donde sucedió el mayor saqueo estatal del que se tiene memoria).

Desde hace tiempo que Honduras no es una República con separación de poderes.
Produciendo más de la mitad del Producto Interno Bruto nacional, la provincia norteña de Cortés es la principal encargada de financiar los gustos y lujos del gobierno central. Según datos oficiales, el gasto público del gobierno hondureño representa el 46% del Producto Interno Bruto. Y es el mismo gobierno central, con sus regulaciones e impuestos, que hace tan difícil emprender e invertir en el país, generar trabajos, riqueza y crecimiento.
Décadas atrás quedaron las épocas en que el Valle de Sula en Cortés funcionaba en la práctica como una región autónoma, con servicios básicos brindados comunitaria o privadamente, de manera eficiente. El lugar y el tiempo en que mayor crecimiento hubo en el país. Es necesario apropiarse de nuevo de esa identidad local.

Una vez independizados, ¿qué rumbo tomar? Suiza sería un perfecto ejemplo de inicio para trazar objetivos por lograr, tanto para Cortés como para el Reino Unido. Suiza es un gigante industrial que se ha opuesto a formar parte de la Unión Europea, y actualmente tiene un 5% de desempleo, las empresas más valiosas de Europa y el mayor producto interno bruto por persona, o sea, las personas más ricas del continente. Tienen comercio con todo el mundo, y sin las regulaciones e impuestos altos del bloque económico que los harían más lentos, generan riqueza y desarrollo a un ritmo acelerado y estable.

¿Cómo lo logró? En buena parte, gracias a la descentralización. Se trata de un sistema en que la mayoría de las decisiones gubernamentales se toman a un nivel municipal o provincial y no se depende de las decisiones del lejano gobierno central como en Honduras, o de la lejana Bruselas de la Unión Europea. Es un gobierno por ciudadanos y para ciudadanos, el cual es mucho más fácil de vigilar al desarrollar sus funciones en un nivel comunitario, como lo sería en Cortés. Existe una libertad local en Suiza para decidir las normas locales, en vez de tener un gobierno central que impone las reglas, incluyendo las relacionadas con los impuestos. Las diferentes ciudades de Cortés podrían decidir sus leyes locales, y si una ciudad escoge una norma que funcione mejor que las normas de las demás, éstas podrán implementar esa norma y así ir mejorando todas en conjunto, innovando y compitiendo sanamente, descubriendo cuáles son las mejores leyes en vez de depender del criterio de los legisladores de la capital.

Es cierto que lo que planteo no es lo mismo. El Reino Unido es un Estado que se salió de una Unión Supranacional, y Cortés es una provincia que se saldría de un Estado. Pero el principio es el mismo, el Derecho de Autodeterminación de los Pueblos contenido en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas de los cuales Honduras es signataria. Abogar por gobiernos locales es una salida para asegurar la efectividad de la protección de nuestros derechos humanos individuales y protegerlos de un Estado depredador: nuestra vida, libertad y propiedad.