Redacción. Un trabajador agrícola murió el sábado como consecuencia de las graves heridas sufridas tras caer de un techo mientras intentaba huir de una redada migratoria ejecutada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos.
El hecho ocurrió durante una operación federal en instalaciones de producción de cannabis y hortalizas en el condado de Ventura, al sur de California. La víctima, identificada como Jaime Alanís, de 57 años, trató de ocultarse de los agentes en la parte superior del invernadero.
Alanís, migrante de origen mexicano y empleado durante más de una década en la granja Glass House Farms, sufrió fracturas en el cráneo y el cuello tras precipitarse desde una altura estimada de nueve metros.
Aunque inicialmente fue trasladado con vida al Centro Médico del Condado de Ventura, el hospital confirmó que permanecía con soporte vital antes de sucumbir a sus heridas.
Su sobrina, Yesenia Durán, confirmó su deceso a un medio local y reveló que el trabajador era el principal sostén económico de su esposa e hija, residentes en México. A través de la plataforma GoFundMe, relató que su tío se encontraba laborando cuando estalló el operativo migratorio.

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Denuncia
La Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW, por sus siglas en inglés), aunque no representa formalmente a los empleados de la granja allanada, denunció el hecho como un ejemplo del “carácter violento y cruel” de estas acciones federales.
Señaló el impacto negativo en las comunidades inmigrantes, la seguridad alimentaria nacional y la unidad familiar. «Estas acciones aterrorizan, amenazan vidas y separan familias», expresó el sindicato en un comunicado difundido en la red social X.
La operación, llevada a cabo por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), incluyó allanamientos en dos sedes de Glass House Farms, ubicadas en Camarillo y Carpinteria. La empresa, licenciada como productora de cannabis, también cultiva tomates y pepinos.
Según información oficial, alrededor de 200 personas fueron arrestadas bajo sospecha de estar indocumentadas y al menos 10 menores inmigrantes fueron identificados durante los procedimientos. Sin embargo, Alanís no se encontraba entre los detenidos.
Durante la redada, varios ciudadanos estadounidenses fueron detenidos bajo cargos de agresión o resistencia a la autoridad. El DHS también informó que ofrecía una recompensa de 50,000 dólares por información sobre un individuo que presuntamente disparó contra agentes federales durante la operación.
La intervención generó protestas espontáneas frente a las instalaciones de la granja. Familiares y activistas se congregaron para exigir información sobre los detenidos y condenar las políticas migratorias.

Por su parte, Glass House Farms declaró que los agentes actuaron con órdenes judiciales válidas. Además, informó que los trabajadores detenidos están recibiendo asistencia legal proporcionada por la empresa. Asimismo, la compañía negó haber empleado a menores de edad o haber incurrido deliberadamente en prácticas de contratación irregulares.