Redacción. La Policía Nacional de Honduras ha ofrecido una recompensa de 300 mil lempiras a quien proporcione información que permita la ubicación y captura de Luis Gustavo Rivera Alvarado, principal sospechoso del asesinato de su pareja, la agente policial Yuli Johana Solórzano Flores.
El cartel de búsqueda muestra el rostro de Rivera Alvarado y destaca que se ofrece una recompensa de 300 mil lempiras a quien brinde información que permita su captura.
Los canales habilitados para reportes son el número 9974‑9737 y el Sistema Nacional de Emergencia 911.
Las autoridades aseguraron que las denuncias pueden hacerse de manera anónima y que se protegerá la identidad de los informantes.
Escena del crimen
El crimen ocurrió el domingo 28 de julio en horas de la tarde, en la colonia Villa Los Laureles de Comayagüela, donde ambos residían. La agente, de 37 años, fue hallada sin vida sobre su cama, tras una presunta discusión con Rivera, quien escapó de la escena y se encuentra prófugo.
Vecinos relataron que escucharon gritos y luego detonaciones dentro de la vivienda. Poco después, vieron al sospechoso saltar por una ventana y huir a bordo de una motocicleta. Ante el temor de que algo grave hubiera ocurrido, algunos vecinos forzaron la entrada y encontraron a la agente boca arriba, sin signos vitales, tendida sobre su cama.
Aunque en un inicio se reportó que la causa de muerte fue un disparo, posteriormente trascendió que la oficial presentaba varias heridas en el cuello y cabeza, presuntamente causadas con un arma blanca.
En la casa también se encontraron dos armas de fuego, una escopeta y un revólver, este último en la cocina. Las autoridades aún no han confirmado si alguna se utilizó en el crimen.
Relación conflictiva
Familiares de la víctima aseguraron que la agente mantenía una relación conflictiva con el sospechoso, con antecedentes de problemas previos que no fueron denunciados oficialmente.
De acuerdo con la familia de Solórzano, ambos vivían juntos en unión libre.
Una vida dedicada al servicio
Yuli Solórzano era clase I de la Policía Nacional y estaba asignada al Centro de Cuidado Infantil Policial (CECIPOL). Compañeros y superiores lamentaron profundamente su muerte, recordándola como una funcionaria entregada a su labor.
