Redacción. Detrás del líder ondeaban dos banderas: la conocida «bandera de la revolución» siria, con franjas verde, blanca y negra y tres estrellas rojas, y una bandera blanca con el juramento musulmán de fe escrito en negro, asociada al grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS).
La presencia de esta segunda bandera, que se asemeja al emblema utilizado por los talibanes en Afganistán, generó fuertes reacciones entre los sirios, desatando un intenso debate sobre el mensaje político que podría implicar.
HTS, liderado por Abu Mohammed al Jolani (ahora conocido como Ahmed al Sharaa), ha tomado el control de Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad el pasado 8 de diciembre.
Desde su bastión en Idlib, el grupo avanzó hacia el sur en noviembre, consolidando su poder en la región.
Promesas y temores
En un intento por calmar los temores, Al Jolani ha asegurado que el nuevo gobierno buscará representar a todas las facciones minoritarias y evitará persecuciones. Además, ha insistido en que los sirios no deben temer un sistema de gobierno islámico.
Sin embargo, la presencia de la bandera blanca ha avivado las inquietudes sobre si el modelo político se asemejará al régimen talibán, donde la ley sharía juega un rol predominante.
La sharía, el sistema legal islámico que rige aspectos religiosos, sociales y políticos, genera divisiones entre quienes lo ven como un modelo de justicia y quienes temen su imposición estricta.
Este simbolismo ha alimentado el escepticismo sobre la dirección que tomará Siria bajo el liderazgo de HTS.
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Reacciones de furia y decepción
El uso de la bandera islámica en la reunión sorprendió y preocupó a muchos sirios, según Feras Kilani, corresponsal de la BBC. Las redes sociales se llenaron de críticas y expresiones de «decepción».
Rami Jarrah, activista político y periodista, calificó la exhibición de la bandera como «un insulto escandaloso».
Críticos señalaron que solo debería estar presente la bandera de la revolución en las instituciones gubernamentales. Argumentaron que incluir la bandera islámica mina la unidad y el propósito de la revolución siria.