Redacción. Durante 12 años se creyó extinta del medio natural a la majestuosa águila arpía. Su último avistamiento documentado fue en 2011, cuando Silvano López Gómez, integrante del Grupo de Ecoturismo Siyaj Chan, logró fotografiarla pertrechada en un árbol en la zona arqueológica de Yaxchilán, en Chiapas.
El águila arpía (Harpia harpyja) es una de las aves más grandes del mundo. Tiene una envergadura de hasta dos metros y puede pesar hasta nueve kilogramos. Su distintiva cresta gris oscuro y sus enormes garras de 10 centímetros, comparables a las de un perezoso de tres dedos, la hacen inconfundible.
Pérdida de hábitat y caza ilegal
Esta especie solía volar libremente en las selvas húmedas de Veracruz, Oaxaca, Campeche, Chiapas y el sur de la Península de Yucatán. Sin embargo, su población ha disminuido por la pérdida de hábitat y la caza ilegal.
Recientemente, Alan Monroy Ojeda, responsable científico de Dimensión Natural, anunció el hallazgo de un ejemplar en la Selva Lacandona. Un campesino logró fotografiarla con su celular luego de que el ave, al notar su presencia, soltó la presa que llevaba y se posó en lo alto de un árbol.
Captan un ejemplar joven en 2023
Las tres fotografías y un video se tomaron en junio de 2023, cerca de la frontera con Guatemala. Según el análisis, se trataba de un ejemplar de entre 28 y 38 meses de edad, en pleno proceso de separación del nido.
El ecólogo tropical Alan Monroy Ojeda destacó:
“Lo interesante del reciente registro es que no estamos hablando sólo de un águila, sino de tres: esa joven águila y sus padres, lo que indica la presencia de un territorio reproductivo en el país”.
Desde 2016, Dimensión Natural ha trabajado con comunidades locales en la Selva Lacandona para capacitar guías y desarrollar un programa de monitoreo de esta especie.

En sus redes sociales, Monroy Ojeda agregó:
«Ahora en 2025 podemos anunciar al mundo que en México todavía existen águilas arpías, lo que es una noticia muy esperanzadora para nosotros, sin embargo, consideramos que la población remanente de águilas es muy reducida y se requiere de acciones urgentes de conservación».
También advirtió que la salud de estas aves depende directamente de la conservación de las selvas mexicanas. Por ello, recomendó implementar modelos económicos compatibles con la biodiversidad.
Detalles destacados del águila arpía
Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el águila arpía es carnívora. Caza presas medianas y grandes como monos araña, martuchas, osos hormigueros, loros y tucanes. También se alimenta de animales que se encuentran al ras del suelo, como puercoespines, coatíes, iguanas y venados temazate.
Esta especie es monógama a largo plazo. Se reproduce cada dos o tres años y anida en árboles de gran altura, como la ceiba y la caoba. El nido se ubica entre los 50 y 75 metros del suelo.
La hembra pone dos huevos, pero solo uno sobrevive. Incuba durante 53 a 56 días, y el macho lleva alimento una vez por semana. El polluelo que nace primero es el único que recibe atención, mientras el segundo suele morir de hambre.
El polluelo sobreviviente es cuidado por sus padres durante unos tres años. La madurez sexual la alcanza entre los cuatro y cinco años. Esta lenta reproducción contribuye a que la especie esté catalogada como «en peligro de extinción» en la Norma Oficial Mexicana 059.
