Conductores de la ruta Kennedy-Río Grande-Cerro Grande, en Tegucigalpa, reanudaron sus operaciones este lunes luego de que protestaran por el cobro de extorsión.
Fue el pasado 13 de abril que los transportistas de estas zonas anunciaron que se paralizarían por el “impuesto de guerra” de múltiples grupos criminales.
Pero este lunes, tras cuatro días sin operar, los transportistas dieron a conocer que ya habían llegado a un “acuerdo”.
En ese sentido, varias unidades se estacionaron en sus puntos a la espera de pasajeros.
Medios locales han explicado que aunque los transportistas ya se arreglaron con los criminales, no saben si los extorsionadores van a cumplir o no con lo prometido.
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Ataque a otra ruta
Los transportistas de la ruta Nueva Suyapa-Mercado denunciaron un ataque con arma de fuego a una de sus unidades el pasado lunes.
Según relataron, el autobús estaba parqueado cuando sujetos que se dirigían en una motocicleta comenzaron a disparar en contra de la unidad. Los operadores contaron que «de milagro no iban pasajeros en el bus». También, mencionaron que el conductor resultó ileso tras el atentado.
Por otra parte, aseguraron que el ataque se debe al pago de extorsión, debido a que días atrás los antisociales les habrían hecho una amenaza en la que les indicaron «no sacar sus unidades a trabajar si no pagaban».
Sin embargo, los conductores de buses de esa ruta hicieron caso omiso a la advertencia y no paralizaron sus funciones. Según ellos, «con el fin de recaudar lo solicitado». Aunque afirmaron que no contaban con que horas más tarde recibirían el atentado.