Redacción. En el dinámico mundo del maquillaje, la naturalidad y el minimalismo se consolidan como las filosofías dominantes.
Partiendo del popular enfoque «make-up no make-up», que busca realzar la piel sin cubrirla, una nueva y refrescante tendencia ha surgido con fuerza: el raspberry makeup. Este estilo promete dominar las calles a partir de septiembre.
Este maquillaje se centra en el uso de tonos frambuesa para crear un look monocromático, saludable y luminoso.
La firma cosmética Clinique describe el raspberry makeup como una técnica que aplica sutilmente un rubor en tonos frambuesa en las mejillas, labios y párpados. El resultado, según los expertos, es un efecto de frescura y vitalidad. Este look se adapta perfectamente a la estética del «menos es más» que prevalece en la industria de la belleza.
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Pasos para lograr el look
Para replicar esta tendencia, el primer paso es preparar la piel con una base de maquillaje ligera y con un acabado luminoso. Una vez que el tono de la tez es uniforme, se recomienda esculpir el rostro con polvos bronceadores y un stick de contorno, creando una ilusión de profundidad sin sobrecargar.
El momento clave llega con la aplicación de un rubor en crema color frambuesa. Desde Clinique explican que este producto se puede aplicar fácilmente con los dedos para lograr un brillo saludable al instante, permitiendo construir capas para mayor o menor intensidad. El mismo rubor se debe emplear en los párpados para unificar el look.

Toque final
Para culminar el raspberry makeup, el toque final se da en los labios. Se opta por un bálsamo labial o un tinte en tono frambuesa, difuminándolo con los dedos para conseguir un delicado efecto de «labio mordido». Este estilo, fresco y versátil, deja que la piel sea la verdadera protagonista, con solo un sutil y favorecedor toque de color que resalta la belleza natural.