Redacción. Familiares reconocieron como Carlos Alberto Martínez, de 68 años, al ciudadano que decidió terminar con su vida en las afueras de un centro comercial en Tegucigalpa, Francisco Morazán, el sábado en horas de la tarde.
El trágico suceso conmocionó a los capitalinos y también causó susto en los clientes del establecimiento comercial. Según relatos, Carlos Martínez frecuentaba mucho ese lugar y, de hecho, antes de lo sucedido se había tomado un café con su hermano.
Este terrible acontecimiento quedó grabado en video, donde se observa que la víctima empezó a dar vueltas y luego se pegó el disparo en la cabeza.
Al momento de la tragedia, Martínez se hacía acompañar de su hermano; ambos iban seguido al centro comercial, según los empleados, pero nunca imaginaron que pasaría ese tipo de situaciones.
Lea además: Hallan a hombre con un disparo en la cabeza en centro comercial capitalino
VEA EL VÍDEO (Imágenes fuertes)
Problemas de depresión
La víctima venía sufriendo desde hace un tiempo de problemas relacionados con la depresión. Por ahora no se sabe a cabalidad por qué se habría quitado la vida de esta manera.
Además, se conoció que antes de dispararse, el ciudadano, quien siempre cargaba su Biblia, la sacó y compartió el Salmo 35. Justo al momento de que se tomaron el café con su hermano, también habló de ese pasaje con él.
El versículo cita la protección divina (Dios) y ayuda en medio de tempos de adversidad. Una vez que pasó esto se dirigió a la salida que conecta el centro comercial con el bulevar Centroamérica, sacó un revólver y se disparó.
Al escucharse el disparó, el pánico y las alarmas se encendieron en el centro comercial y los visitantes quedaron en shock ante lo acontecido.
Minutos después se hicieron presentes en el lugar agentes de la Policía Nacional, para acordonar la escena e investigar lo sucedido. El hermano de la víctima permaneció en todo momento allí y dio aviso a los familiares.
El relato de su hermano fue que Carlos Alberto era una persona de fe, religiosa. «Contiende, oh Jehová, con los que contra mí contienden; combate contra los que me combaten». (Salmos 35:1)», fueron las palabras que dijo el hondureño antes de tomar la fatal determinación.
