Patricia Murillo Gutiérrez
“Para Henry, joven amigo quien pronto iniciara estudios de Medicina”.
En nuestra Patria, llena de universidades de todas categorías y felicitándonos porque la UNAH y Unitec entraron al ranking de las 300 mejores de América Latina, se pueden aprender muchos tipos de conocimientos, pero no podemos asegurar es que quienes acceden a los mismos, están humanizándose en un ambiente solidario y lleno de valores.
Usted aprenderá Ciencias, Gramática, Literatura, Tecnologías, Lenguas, Medicina, Mecatronica etc. pero no tendrá plena autonomía para crecer en una cultura de méritos, donde la inteligencia y la ética humana prevalezcan sobre el abuso de poder, sobre el militarismo y la mediocridad, disfrazada incluso de vulgar patrioterismo.
Y consideramos que este cuadro es un abuso del poder, es violencia hacia los ciudadanos.
Y ello es el gran desafío para quienes se forman en las academias en particular y para todos nosotros en general: No dejarnos llevar para atrás, no caer en la prehistoria cultural a la que nos han llevado las fuerzas conspirativas del Bipartidismo, con los grupos de facto utilizando el estamento militar a su servicio y atrás el Tío Sam, con sus embajadores manejando los hilos del poder para evitar que se avance hacia a la emancipación en su patio trasero.
Porque justamente todos y todas vivimos para transformar la realidad en favor de mejores condiciones para hoy y mañana.
Aquí no hay respeto al pluralismo de ideas y otras formas de gobierno, aquí no se respetan los derechos humanos y esta dura certeza pretende ser matizada con la promoción de una artificial marca PAIS que a base de millones de lempiras y dólares quieren imponer, cuando el mundo sabe que la auténtica marca que han cosechado es la pobreza y la indigencia provocada por el despojo, corrupción y la impunidad.
Son tan mediocres que aun con sus asesores pagados con nuestros impuestos no se enteran que esta deuda social, esta deuda monetaria impagable de diez mil millones ser dólares, los aplastara tarde o temprano. Este régimen es quizá el más violento en la historia de Honduras, porque ha impulsado todo tipo de censuras, porque es deficiente para entender lo que es la democracia y es el principal causante de la mayor infelicidad que conoce el pueblo hondureño.
Ustedes son los que odian, ustedes son los violentos, que matan el cuerpo y espíritu del ciudadano.
Aunque machaquen cada día con mentiras en los medios de comunicación gastando fortunas, su maldad queda al descubierto por el sol de la verdad.
De allí que volviendo a la idea inicial acerca del florecimiento de centros de educación superior que tiene el país, además de una buena oferta de otro tipo de instituciones que dan forma a sus recursos humano, sobra decir que el pensamiento, la creatividad y la capacidad para valorar, no puede ser cercenada por quienes temen como los murciélagos a la luz del saber, a la polémica intelectual y a la creación de pensamiento crítico.