REDACCIÓN. Un hueso dislocado o luxación provoca una lesión muy dolorosa para quien la sufre. Asimismo, puede provocar que la persona entre en pánico o no sepa cómo actuar en un caso como este. Por eso, a continuación te contamos, cómo intervenir ante situaciones similares.
Pero, ¿qué es un hueso dislocado? Podría definirse como una distinción de los ligamentos y cápsula articular (uno de los extremos del hueso) que ocasiona la salida del hueso o articulación de su lugar original.
Cabe destacar, que cualquier articulación puede sufrir una luxación ya sea completa o incompleta. Si es completa, se produce la salida total del hueso y desaparece la articulación; en cambio, si se separa o se disloca sin llegar a su totalidad, es una luxación incompleta.
¿Qué puede causarlo?
Generalmente, los huesos están perfectamente posicionados y conectados formando articulaciones, gracias al soporte de numerosas estructuras; principalmente, ligamentos y músculos. Sin embargo, si un hueso se desencaja de la articulación y no puede volver a su posición normal, se produce la dislocación o luxación.
Estas con frecuencia son causadas por impactos inesperados tales como: golpes directos, caídas, giros de articulación en sentido opuesto (como retorcerse el tobillo), entre otras.
Además, existen factores de riesgo que aumentan más la posibilidad de sufrirlos. Por ejemplo, en los niños puede presentarse por la falta de maduración de sus cartílagos que forman parte de la articulación. En personas de edad avanzada, suele darse por el aumento de fragilidad en sus huesos y, también en la población que nace con mayor flexibilidad. Sin dejar de olvidar, el riesgo que se corre al practicar deportes.
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Síntomas de una luxación
Los síntomas de una dislocación del hueso o luxación son muy variados, pero, aunque sean de tipo completa o incompleta, pueden destacarse los siguientes:
- Hormigueo
- Entumecimiento
- Sensación de dolor intenso
- Inmovilidad de la articulación
- Hinchazón
- Presencia de hematomas
- Presencia visible del hueso fuera de lugar
- Color diferente
- Deformidad en el miembro, etc.
¿Qué se debe hacer ante una lesión como esta?
Aunque los huesos pueden volver a su posición inicial, es mejor acudir a un centro de salud u hospital cercano. De caso contrario, debe conocerse perfectamente la técnica de recolocación.
Por suerte, en la mayoría de los casos, el tratamiento puede llevarse ambulatoriamente dependiendo de la gravedad de la lesión. Si ocurre de esta forma, se debería tomar en cuenta lo siguiente:
- Inmovilización de la articulación. Hasta que alguien calificado pueda revisar la lesión. Podría ser útil el uso de un cabestrillo.
- Colocar hielo de manera directa. Ayuda a bajar la hinchazón, reducir el dolor, disminuir el hematoma y la acumulación de líquidos.
- Prevenir el shock. Colocarse en posición horizontal, levantando los pies a unos 30 centímetros.
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