Redacción. El departamento de Olancho está siendo golpeado por una ola de violencia que ha dejado ocho muertos en los últimos tres días, lo que ha llevado a las autoridades a establecer un toque de queda nocturno y reforzar la seguridad en la región.
El comisario Cristian Nolasco, jefe de la Unidad Departamental de Policía (UDEP-15), informó que se investiga si la creciente violencia es resultado de enfrentamientos entre estructuras criminales.
«Estamos viendo que están atacando todas las cantinas y bares, aparentemente algunos puntos donde se distribuye droga, aparentemente personas que distribuyen droga. Eso es lo que estamos confirmando preliminarmente», explicó Nolasco.
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Medidas preventivas
Ante esta situación, y a petición de la Policía Nacional, las autoridades municipales de Catacamas decidieron cerrar bares y cantinas, principalmente porque estos establecimientos han sido objetivo de ataques violentos.
«Hablamos con el alcalde. En uso de las atribuciones que me da la Ley de Policía y Convivencia Ciudadana se solicitó, a través de los poderes o a través de la Comisión Municipal, tomar decisiones de manera inmediata», indicó Nolasco.
El comisario policial también destacó que entre las víctimas de los ataques figuran personas desarmadas, quienes se encontraban en cantinas en el momento de los hechos.
«Estamos enfocándonos en los puntos de violencia para frenar esto porque se puede sospechar que están desafiando a la autoridad», advirtió.
La Policía ha reforzado su presencia en la zona con agentes motorizados y fuerzas especiales. Además, se ha solicitado la colaboración de la población para proporcionar información que pueda ayudar a esclarecer estos hechos violentos.
«Muchos ciudadanos ya nos están brindando información porque no se quedan callados. Es importante el problema en Catacamas», indicó Nolasco.