CORTÉS, HONDURAS. El personal de Migración asignado al Aeropuerto Ramón Villeda Morales está de brazos caídos y realizando una protesta en esas instalaciones, exigiendo regulación de horarios, transporte y seguridad sanitaria.
Desde ayer, martes, los trabajadores indicaron, a través de un comunicado, que hoy, miércoles, comenzarían las acciones desde las 9:00 de la mañana.
A través del plantón expresaron cuál es su postura en torno a la problemática que viven. De la misma forma, se pronunciaron sobre el accidente ocurrido el pasado sábado 22 de enero con sus compañeros Vilma Celeste Villeda Quijano y Elvis León.
Vila Villeda falleció, mientras que León quedó con graves heridas físicas y psicológicas. El accidente ocurrió debido a la falta de transporte por parte de la institución gubernamental, dijeron.
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El personal exige lo siguiente:
Regulación de horarios y remuneración por incumplimiento de horas extras, además de transporte permanente, pues, según dijeron, trabajan «24/7».
Por otro lado, dieron a conocer que, por su ubicación, el aeropuerto de San Pedro Sula se convierte en un sitio inaccesible para el transporte público. Por eso, deben buscar otras opciones para movilizarse.
De igual manera, solicitan mayor seguridad sanitaria. El documento reza que exigen como requisito de ingreso a Honduras la prueba COVID-SAR, carné de vacunación y suministros de equipo de bioseguridad.
Están recibiendo amenazas
Una de las manifestantes comentó que «pasan los días y aún no resuelven«. Además de eso, aseveró que «es injusto» lo que pasó con Vilma, quien tuvo que pedir «jalón» para cumplir con sus labores y que debido al accidente dos niños quedaron sin su madre.
«Así como le ocurrió a ella, a cualquiera de nosotros le puede pasar», añadió.
Sumado a eso, la mujer dijo que ella y sus compañeros, luego de la muerte de Vilma, decidieron «levantar la voz» y dejar el miedo. También acotó que no tienen descanso, pues debido a la falta de personal, les toca jornadas arduas y extensas.
La hondureña reveló que a causa de su protesta les han enviado amenazas, diciéndoles que los van a despedir. «Estamos peleando por nuestros derechos», finalizó.
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