Cortés, Honduras. La reapertura no ha sido beneficiosa para el sector del transporte público, ya que ellos no han sido autorizados para trabajar, y esta mañana una protesta se dio en Potrerillos, ya que hay al menos 300 personas afectadas.

Es por eso, que algunos empleados del rubro se tomaron una parte de la carretera CA-5 y quemaron llantas como medida de obstaculización para los conductores del transporte contratado, ya que consideran que para ellos hay preferencia.

Por otra parte, denuncian que los dueños de buses particulares llevan hasta 60 personas hacinadas y «no se cumplen las normas de distanciamiento».

Para realizar la manifestación se unieron conductores y ayudantes de buses amarillos o buses grandes como se les conoce, que funcionan en rutas interurbanas. También llegaron conductores de mototaxis.

No hay bono ni los dejan trabajar

Los reclamos de los transportistas en Potrerillos son los mismos: «Necesitan trabajar». Muchos de ellos están endeudados, no tienen comida para sus familias e incluso algunos padecen problemas de salud, agravados con la situación de cuarentena obligatoria y sin un apoyo constante del Gobierno, y se consideran «abandonados».

Además, después de tres meses sin trabajar, ellos han solicitado un bono que no le sha llegado, y afirman que si las finanzas del Estado son malas que los dejen circular.

Una usuaria expresó: «Esos transportistas hasta mucho han aguantado. El gobierno piensa que con una bolsita de provisión van a sobrevivir tres meses y las cuentas que hay que pagar no nos las van a condonar. Todo lo contrario hay presión ya para saldar».

Otro punto a tocar importante es la reapertura comercial. Mucha gente que ha vuelto a sus puestos de trabajo no tiene como transportarse. Los que sí están laborando son los taxis VIP, quienes aumentan sus cobros ante la falta de competencia, en el caso de San Pedro Sula, por ejemplo.

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