Redacción. La grave problemática de la contaminación del aire en Honduras, exacerbada por el humo proveniente de incendios forestales, quema de desechos, emisiones industriales y vehiculares, ha generado preocupación.
La inquietud se centra especialmente en los adultos mayores, quienes son particularmente vulnerables a los efectos perjudiciales de este tipo de polución.
Expertos neumólogos explican que la susceptibilidad de la población de la tercera y cuarta edad se debe a una combinación de factores fisiológicos. Con el envejecimiento, el sistema inmunológico tiende a debilitarse, disminuyendo la capacidad del organismo para defenderse de las partículas y toxinas presentes en el aire contaminado.
Una proporción significativa de adultos mayores incluso padece enfermedades crónicas preexistentes, como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma y afecciones cardiovasculares, las que pueden verse significativamente agravadas por la exposición al humo.
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La situación genera una alta demanda de atención médica en centros de salud y salas de emergencia de hospitales en Honduras. Tegucigalpa y San Pedro Sula fueron dos de las ciudades más afectadas en 2024, con un notable aumento de pacientes, principalmente niños y adultos mayores, que presentaban diversas afecciones respiratorias.
Riesgos
La inhalación de estas sustancias representa un riesgo significativo para la salud de los adultos mayores, pudiendo desencadenar o agravar problemas respiratorios como la inflamación de las vías aéreas, el empeoramiento del asma y la EPOC, e incluso aumentar la probabilidad de desarrollar infecciones respiratorias.
Adicionalmente, la exposición a las partículas finas se ha vinculado con un incremento en la incidencia de eventos cardiovasculares, incluyendo ataques cardíacos y derrames cerebrales. También la salud mental puede verse afectada, con un mayor riesgo de problemas cognitivos, falta de concentración y aturdimiento.
Se recomienda enfáticamente adoptar medidas de cuidado y prevención para proteger a los adultos mayores, incluyendo el monitoreo constante de la calidad del aire a través de aplicaciones y sitios web especializados. Asimismo, se sugiere permanecer en ambientes cerrados y utilizar purificadores de aire durante los períodos de alta contaminación.
También se sugiere el uso de mascarillas KN95 al salir en situaciones inevitables. En este sentido, la adopción de estas precauciones es fundamental para salvaguardar la salud y el bienestar de la población más vulnerable.