Redacción. Cualquiera piensa que el maltrato hacia un animal consiste únicamente en golpearlo, pero en realidad hay muchas otras formas de abusos hacia las mascotas. Según expertos, también los pueden afectar dejándolos sin comer, manteniéndolos encerrados o simplemente ignorándolos.
Son pocos los que conocen que en Honduras existe una Ley de Protección y Bienestar Animal. Esta ley contempla las sanciones a las que se enfrentan las personas que lleguen a cometer maltratos a animales. También especifica las obligaciones que tienen los poseedores de animales.
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De acuerdo con el artículo 32, comete el delito de maltrato quien intencionalmente provoque la muerte a animales. En este caso se sancionará con una pena de reclusión de tres a cinco años y multa de diez a veinticinco salarios mínimos.
«Cuando el maltrato ocasione la pérdida de una o más de sus extremidades o le provoque incapacidad de movilidad, tal conducta debe ser sancionada con la pena anterior rebajada en un tercio», añade.
Impunidad
Fredy Rodríguez, representante de Mascotas en Adopción Honduras, explicó a Diario Tiempo que, de acuerdo con la ley se debe interponer una denuncia a la autoridad competente para que realice la investigación en caso de maltratos.
«Se le puede imponer una sanción al infractor según el tipo de maltrato, ya sea multa o cárcel. Las autoridades competentes serían la Policía Nacional, la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras, municipalidades y el Ministerio Público», precisó.
Sin embargo, Rodríguez sostiene que aunque existe una ley de protección animal en Honduras, la impunidad sigue siendo un problema.
«Muchas veces, las denuncias no se investigan adecuadamente, las sanciones no se aplican con rigor, y hay una falta de recursos y capacitación en las autoridades para manejar estos casos de manera efectiva. Además, la conciencia y el compromiso de la sociedad en general hacia el bienestar animal también influyen en la aplicación de la ley», sostuvo.
El profesional relató que hace unos días en Danlí se presentó un caso donde una señora envenenó a varios animales. Contó que las autoridades la detuvieron y la remitieron a los juzgados. Ahí le dictaron detención judicial por el delito de maltrato animal agravado.
«Según la ley, enfrentaría una pena de hasta 5 años de prisión y una multa considerable. Pero muchos casos similares quedan en el olvido debido a la falta de interés en aplicar la ley en la mayoría de los casos», agregó.
Denuncias
Rodríguez también comentó que ha notado que la respuesta a las denuncias de maltrato animal varía según la ciudad o municipio.
También expuso el ejemplo de que en Tegucigalpa existe una línea exclusiva para denunciar, mientras que en San Pedro Sula la municipalidad ha intervenido en algunos casos y en Villanueva no hay un sistema adecuado para denunciar.
«En varias ciudades, las autoridades muestran ignorancia ante las denuncias, y no hay un protocolo claro para gestionar estas situaciones cuando se llama al 911. Por eso, muchas personas optan por subir videos a las redes sociales para exponer el maltrato», señaló.
El representante de la organización dijo que recomienda a los ciudadanos que quieran exponer algún maltrato: documentar con videos, fotos, audios y que vayan a interponer la denuncia al Ministerio Público de su localidad, DPI, o alguna posta policial.
«Ellos están en su deber de recibirlas y que soliciten algún número de referencia o comprobante de la denuncia para el seguimiento», determinó.
Rodríguez además expresó que «personalmente, he presenciado un nivel de maltrato hacia gatos, perros y caballos, que resulta incomprensible».
Refugios
En los casos de maltrato animal los refugios juegan un papel importante, pues no sólo actúan como lugares de rescate, sino también de rehabilitación.
Los refugios proporcionan atención médica, alimentación y un ambiente seguro para los animales. Mientras se recuperan sus inquilinos, los encargados del refugio a menudo organizan campañas de concientización y educación sobre el bienestar animal. También facilitan la adopción de animales rescatados, ayudándolos a encontrar hogares permanentes y amorosos.
«Hago un llamado a las autoridades para que tomen en serio las denuncias y el maltrato que a diario sufren los animales, tanto aquellos que han sido abandonados como los que tienen hogar pero viven en condiciones inadecuadas», profundizó el hondureño.
Testimonio
Andrea Bueso es una de las tantas jóvenes que ha presenciado maltrato animal en Honduras.
Ella testificó que en 2021 presenció el caso de «Lobo», un perrito que mantenían sujetado a una cuerda, día y noche, bajo el sol y la lluvia, sin agua ni comida. Y tampoco lo bañaban.
«Los dueños no dejaban que lo alimentaran. Al enfermarse («Lobo»), sus propietarios lo soltaron para deshacerse de él y no hacerse cargo», externó.
Andrea contó que acudieron al rescate de «Lobo» y lo llevaron a la veterinaria, donde descubrieron que tenía una enfermedad en sus ojos. Además, era evidente su deterioro por no estar en las condiciones óptimas, sanitarias y dignas.
La joven también manifestó que los dueños de «Lobo» la amenazaron. Ante ello, ella denunció a los dueños ante las autoridades, quienes «mintieron diciendo que enviarían una patrulla policial a ayudarnos, pero no sucedió».
Invisibles
Alexia Mejía, periodista y defensora de los animales, también brindó su opinión sobre este tema.
Ella aseguró que, en cuanto a las denuncias, «pocas veces hemos logrado ver que a una persona la detienen por cometer una infracción. Lastimosamente la noticia llega hasta allí, lo que no saben es que a las 24 horas queda libre, porque el MP no actúa de oficio, aún viendo las pruebas del hecho cometido».
«A veces pienso que los animales en Honduras son casi invisibles para los entes de justicia, y es muy triste. Si no son capaces de procesar delitos contra las mujeres, ¿qué podemos esperar a favor de los animales? Es muy triste», expresó.
La defensora de los animales detalló: «me atrevería a decir que en el país no se procesa si quiera el 1 % de denuncias por maltrato animal».
Por otro lado, indicó que si hay casos que llegan a ser juzgados es porque hay presión mediática y que ni las mismas autoridades conocen que existe una Ley de Protección y Bienestar Animal.
«Ojalá y esa ley fuera socializada entre esas mismas instituciones para tomar acciones en contra de los delitos contra los animales. Porque la ignorancia que mantienen en cuanto al tema se replica en la población», profundizó.
La Ley de Protección Animal volvió a ser un tema de discusión luego de que el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, comenzara a decomisar caballos a los carreteros que circulan en la ciudad.
Esto ha indignado a muchos ciudadanos que siguen exigiendo a las autoridades que no dejen de lado a los animales, pues a ellos también se les deben respetar sus derechos como seres vivos.