“Quiero pedirles que le den tranquilidad al pueblo de gracias a Dios, que desistan de esa intención. Hay otros espacios donde se puede hacer. La (cárcel) de Naco, Cortés, quedó a medio hacer. La de Santa Bárbara quedó a medio hacer, todo con erario público. Si quieren hacer algo nuevo está el espacio del Corredor Seco en donde no residen comunidades aledañas que puedan afectar”, manifestó.
Agregó que: “le pedimos al gobierno que desista, reflexione y que cambie la ubicación. Nosotros no estamos en contra de la construcción de cárceles. De lo que estamos en contra es que, de forma arbitraria y violentando nuestros derechos indígenas, se quiera llevar a cabo un proyecto de esta magnitud”.
La congresista lamentó que se quiera realizar una cárcel, cuando el 80 % de la población de Gracias a Dios no cuenta con los servicios básicos. Ni siquiera tienen acceso a la salud, lamentó. Además, recalcó que en las comunidades donde se hicieron nuevos centros penitenciarios sus pobladores están pidiendo que se remuevan, debido a que generan un incremento de los índices de violencia.
“Cómo es posible que un departamento que es netamente indígena, que tiene una riqueza culturalmente enorme, una riqueza natural envidiable, no se le pueda potenciar en otro sentido, sino que quieren llevar un proyecto que vendría a afectar la armonía cultural y social. No es justo, el departamento tiene otras necesidades”, indicó.
¿Qué pasará con las elecciones?
En días anteriores, la vicepresidenta de la Asociación Moskitia (MASTA), Mirna Wood, advirtió que no permitirían elecciones internas si persiste la idea de construir una cárcel en Mocorón.
Ante ello, la diputada Erika Urtecho dijo que si la población local se opone a que se desarrollen las elecciones internas por esta causa, está dispuesta a acompañarlos.
“Si esa es la decisión que el pueblo va a tomar, yo la voy a respaldar. Primero está el bienestar de la gente. Si creen que es lo pertinente para que se escuche su voz, yo estaré acuerpando”, cerró.
Los cuatro pueblos indígenas que residen en Gracias a Dios han expuesto su postura contra la construcción de la cárcel. Hasta la fecha, los residentes de Morocón tienen más de 50 días ubicados en el predio, en forma de protesta.