COPÁN, HONDURAS. Nada es más fuerte que las ganas de hacer realidad sus sueños, por muy difícil que parezcan, aunque en la lotería de la vida haya tocado tener menos que otros, todo lo que una persona se propone, puede cumplirse, los límites están nada más en la mente, y eso es algo que Sergio Miranda pudo comprobar.
Ya casi graduado como licenciado en Educación Básica de la Universidad Nacional Francisco Morazán (UNPFM), Sergio es, desde ya, un ejemplo de perseverancia para todos en la ciudad de La Entrada, Copán, y sirve como inspiración para muchos.
Camino difícil
Su recorrido no ha sido nada fácil. Al ser de muy escasos recursos, debió «fajarse» día y noche para obtener los ingresos suficientes para estudiar, primero en una escuela para maestros y actualmente a nivel superior.
«Gracias a Dios, desde que era pequeño, yo decía, ‘voy a estudiar y graduarme aunque sea sufriendo. Estuve estudiando en Comayagua, Lempira y Ocotepeque. Yo terminé mis estudios (de la Escuela Normal) en Ocotepeque. La gente fue muy buena, me consiguió ‘algunos dineritos’ y me regalaron material que ocupaba para las clases», rememoró él.
Caminaba desde su casa hacia la terminal de autobuses de La Entrada, y no precisamente para comprar un boleto y viajar, sino para vender a los pasajeros bolsas de agua y refrescos. De este modo fue como él pudo agenciarse fondos para mantenerse, pues vive sólo, y estudiar.
Y actualmente, a pesar de ya tener su título como maestro de educación primaria, el cual lo acredita como un profesional de la educación, Sergio no olvida de dónde viene. Aún continúa realizando sus actividades como comerciante cuando tiene ratos libres. En la ciudad, ya es muy conocido y querido.
«Eso lo hago aún cuando no voy a la universidad, porque, gracias a Dios, así fue como pagué mis estudios», reconoció «el profe».
Ya ejerce su profesión
Los rumores de un humilde maestro que andaba por el centro de la ciudad resonaron fuerte, tanto, que llegaron a oídos de la Directora Municipal de Educación, Mirian Matilde Castro, quien lo mandó a llamar para ofrecerle una oportunidad para desarrollarse como maestro.
Antes de dicho llamado, la única experiencia que él había tenido era su práctica profesional antes de graduarse de la Escuela Normal, la cual concluyó con éxito en un jardín de niños. Pero ahora, se desempeña en el Centro de Educación Básica (CEB) Francisco Morazán de Copán.
«Hizo la práctica conmigo, un joven tan respetuoso y entregado. Me alegra mucho saber que está a punto de obtener su licenciatura. Mis respetos y admiración para él. Dios va a bendecirle», comentó Patty Gonzáles, una docente copaneca que tuvo la oportunidad de conocer a Sergio.
Actualmente, el «profe Sergio», como lo conocen popularmente, acumula más des tres años ejerciendo su profesión en CEB, en donde lo admiran por su vocación y servicio.
Ya casi
Al hombre de 40 años le hacen falta nada más 11 clases culminar su licenciatura, y él espera que, «primero Dios», en marzo o abril del 2022 ya tenga su título. Comenzó su viaje por la universidad en 2018, cuando tenía 37 años.
Por último, Sergio envió un mensaje generalizado, primero, a todas las personas «que me han apoyado», y luego, exhortó a los jóvenes a que luchen por sus sueños, diciéndoles que nunca es tarde para prepararse y que lo mejor que pueden hacer en su vida es estudiar.
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