El velocista de 22 años, Christian Coleman, anunciado como el sucesor de Usain Bolt, está desafiando uno de los tres fracasos en los últimos 12 meses en términos de su ubicación.
Pero si Coleman no pudo cancelar una de sus tres deficiencias, podría enfrentar una larga suspensión que lo privaría del Mundial en Qatar el próximo mes, que es el favorito; pero también de los Juegos Olímpicos en 2020.
De acuerdo con las normas de la Agencia Antidopaje de EE. UU. una combinación de tres pruebas omitidas o incumplimientos de las obligaciones de localización es equivalente a una prueba positiva; y puede resultar en una suspensión de hasta dos años con respecto a una primera violación.
«cualquier acumulación de tres controles o incumplimientos de fichajes en un período de 12 meses puede dar lugar a un posible VADR; y a un período de inelegibilidad de hasta dos años para una primera infracción».
Hay conversaciones en curso entre la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la USADA y la Unidad de Integridad del Atletismo de la Federación Internacional (IAAF), el equipo legal de Coleman desafía al menos una de las presuntas violaciones de las normas antidopaje.
Coleman tiene el mejor desempeño mundial del año en más de 100m (9.81).
Antecedentes
Cabe mencionar que existen precedentes en lo que los atletas han logrado borrar uno de sus fallos de localización del historial como es el caso de la ciclista Lizzie Deignan.
La atleta británica se enfrentó a una prohibición antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, pero ganó un caso en el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Suiza poco antes del inicio de la competición.
