Redacción. La Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP) destacó recientemente la participación de privados de libertad en la construcción y la mejora de la infraestructura de los recintos penitenciarios del país, como parte de su proceso de rehabilitación.
En el periodo de más de un año con cuatro meses que ha manejado el sistema penitenciario, según la comisión, se ha logrado el control de las cárceles y los procesos de reinserción. Asimismo, se ha trabajado en la implementación de los juzgados virtuales y en poner en libertad o en preliberación a los reos que no tenían acceso a este beneficio.
El presidente de la Comisión Interventora del INP y comandante de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Ramiro Muñoz, explicó en medios locales que dentro de un mes el sistema penitenciario tendrá un nuevo módulo de alta calidad. Esta nueva sección contará con la capacidad para 1,500 privados de libertad en el centro penitenciario de Ilama, Santa Bárbara.
«Se contará (además) con una nueva área de máxima seguridad en el centro penitenciario de Morocelí, El Paraíso, conocido como La Tolva, para unos 400 privados de libertad», afirmó Muñoz. Dijo que estos proyectos cuentan con la construcción de cocinas en el penal de Támara, así como en reclusorios y dormitorios para los agentes penitenciarios.
Trabajos de Rehabilitación
Por otra parte, el coronel Ramiro Muñoz resaltó la prioridad que la «administración actual ha otorgado a los trabajos de rehabilitación» en los centros penales, además de la reeducación y reinserción para los privados de libertad que cumplen penas por diversos delitos.
En ese sentido, recalcó en la «construcción de talleres para el proceso de rehabilitación, reeducación y reinserción de los privados de libertad, la creación de granjas agrícolas para la especialización del privado de libertad que está próximo a salir, entre otros”.
Entre otros puntos manifestó que han logrado identificar, junto con el Registro Nacional de las Personas de los Privados de Libertad, la depuración del INP, tanto en el personal administrativo como en el de agentes penitenciarios.
«Nunca más se volvió a escuchar una ‘tirazón’ dentro de una prisión. El control sobre maras, pandillas, narcotraficantes está como nunca en la historia», finalizó.
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