Redacción (Serie 1/4). San Pedro Sula es una ciudad vibrante y en constante expansión. El crecimiento demográfico se refleja en la proliferación de nuevas colonias, y su desarrollo económico impulsa la construcción de modernos edificios. Sin embargo, este dinamismo contrasta drásticamente con la realidad de su infraestructura de movilidad y lo poco que se hace para solventar la problemática.
La ciudad vive atrapada en un ciclo de problemas recurrentes: atascos vehiculares crónicos, una notoria escasez de semáforos eficientes y una invasión persistente de las vías públicas.
Estos problemas no solo generan frustración diaria entre sus habitantes, sino que también representan un freno para el desarrollo y la productividad de la ciudad.
La movilidad, lejos de avanzar al ritmo de la expansión urbana, permanece estancada a vista y paciencia de la Corporación Municipal.

Presupuesto y más burocracia
La Gerencia de Prevención, Seguridad y Movilidad Urbana (Presemu) es la dependencia responsable de gestionar y mejorar la movilidad de la ciudad.
Esta entidad cuenta con uno de los presupuestos más altos de la administración local, maneja 234,383,296.05 de lempiras este 2025, cuando en 2024 el presupuesto fue de L207,968,369.80.
Presemu carga con una de las mayores responsabilidades en el bienestar y la funcionalidad de la ciudad.

Alto presupuesto, baja eficiencia
A pesar de contar con un total de 562 empleados distribuidos en sus nueve direcciones y departamentos, las fallas en la movilidad son evidentes y persistentes.
Un ejemplo claro es el Departamento de Seguridad, Policía Municipal y Vialidad y Señalización, con un presupuesto de L109,933,271.37 para este año y con 404 empleados.

Mientras tanto, la Sección de Semáforos ha visto un incremento masivo en su presupuesto a L36,357,011.16 este 2025 (en 2024 fue de L8,427,338.52) con solo 3 empleados.
En ese mismo orden, el Centro de Movilidad Urbana este año cuenta con 10 empleados y maneja un presupuesto de L2,778,143.26.
De su lado, el departamento de Movilidad Urbana maneja un presupuesto de L11,001,542.25, y contabiliza 31 empleados. En 2024 le fueron asignados L8,610,271.91.
Mientras el departamento de Resolución, Alternativa de Conflictos y Justicia Municipal, este 2025 tuvo una partida presupuestaria de L9,504,928.19.

Por su parte, la Sección de Estacionamiento y Control de Vías Públicas maneja un presupuesto de L201,500.00, este año, pero en 2024 le asignaron L320,500.00.
Más dependencias
De igual forma, dentro de esta gerencia se encuentra la Dirección de Prevención, que maneja 13 empleados, y este año tiene un presupuesto de L8,367,443.21.
El Departamento de Prevención Social este 2025 le fueron asignados L595,936.02, mientras que en 2024 su partida fue de 1,563,827.76.
Finalmente, el Departamento de Recreo vías, Virtudes y Voluntariado, cuenta con un presupuesto de L7,507,956.86; en este lugar hay 18 empleados.

La incapacidad para implementar soluciones efectivas a los problemas de tráfico, la falta de una planificación vial adecuada y la ineficacia en el control del espacio público, a pesar de estas cifras millonarias y el amplio personal, sugieren una ineptitud gerencial que desaprovecha los considerables fondos asignados y traiciona la confianza depositada en su misión.

La rendición de cuentas
Frente a esta crítica situación, resulta aún más preocupante que el responsable de Presemu, Carlos Andrés Padilla Flores, continúe gozando del beneplácito de las autoridades.
Pese a las evidentes y documentadas deficiencias en la gestión de la movilidad, y de manejar un presupuesto que supera los L234 millones con más de 500 empleados, no se han observado cambios significativos ni se han tomado medidas correctivas en la dirección de la dependencia.

Esta aparente falta de rendición de cuentas genera serias interrogantes sobre los criterios de evaluación y la supervisión de una de las áreas más críticas para la vida urbana.
La persistencia de un liderazgo que no ha logrado resultados tangibles en un sector tan vital exige una revisión urgente por parte de las autoridades municipales, en aras de la eficiencia y el bienestar de los ciudadanos de San Pedro Sula.
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