SAN PEDRO SULA, HONDURAS. El prestamista Abel Izaguirre Rubio, de 35 años de edad y Wilfredo Bautista, de 38 años de edad, fueron ultimados el pasado lunes en horas de la noche en un cajero automático instalado en la localidad en el bario Obelisco, Villanueva.
De acuerdo con las indagaciones de las autoridades, el doble crimen tiene que ver con un robo, pero seguirán recabando información. Así también, descartaron que ambos fueran prestamistas como se manejó desde el principio, tampoco las víctimas se conocían.
Información revisada hasta ahora, indica que al filo de las 8:30 de la noche ambas personas estaban en el cajero automático, fue en ese momento cuando dos vehículos tipo turismo llegaron al lugar, uno de color rojo y otro de color gris, de allí se bajaron cinco sujetos encapuchados, fuertemente armados y sin mediar palabras los ejecutaron.
Tras lo acontecido, los criminales le quitaron el dinero al prestamista y al operario, luego se dieron a la fuga en sus carros hasta ahora con rumbo desconocido.
CONMOCIÓN POR CRIMEN DE PRESTAMISTA Y OPERARIO EN VILLANUEVA
Luego de lo ocurrido se desplazaron en patrullas varios elementos de la Policía Nacional con el fin de acordonar la escena del sobre deceso. Mientras tanto, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) investigó las pesquisas claves para ubicar a los hechores.
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Por su parte, Medicina Forense del Ministerio Público (MP) hizo el respectivo levantamiento cadavérico para trasladarlos a la morgue en San Pedro Sula.
Se supo que Wilfredo Bautista era originario de Erandique, Lempira y desde hace un buen tiempo vivía en Villanueva, donde funciona la maquila para la cual laboraba. Mientras que Abel Rubio, originario de Liure, El Paraíso, pero vivía en Villanueva.
ANTECEDENTE
En julio de este 2018, un prestamista y veterano de guerra fue asesinado. Esto, en horas de la mañana, a pocos metros de su residencia ubicada en el barrio Buena Vista, de Siguatepeque.
El fallecido fue identificado por las autoridades policiales como Efraín Antonio Rosa (64 años). Se dijo que era originario de Tegucigalpa y residente en Siguatepeque.
Informes policiales establecieron que personas desconocidas le dispararon en reiteradas
ocasiones. Esto, cuando se disponía a abordar su vehículo.
Todas las mañanas Efraín Antonio Rosa salía de su casa a tempranas horas para realizar sus actividades; pero ese día fue sorprendido por sicarios que llegaron a pie y lo atacaron a disparos.
El cadáver quedó a pocos metros de su vehículo. Rosa tenía 12 años de vivir en Siguatepeque y se dedicaba a cambiar dólares y prestar dinero.
Agentes de la Policía Nacional y Ministerio Público reconocieron y levantaron el cadáver para luego trasladarlo a la morgue capitalina. Allí, donde se le practicó la autopsia.
José Inocente Rosa, hermano de la víctima, dijo que desde hacía muchos años se dedicaba a prestar dinero. Primero estuvo en San Pedro Sula en ese trabajo. Luego se fue a Estados
Unidos y al regresar se radicó en Siguatepeque.
