AFP. El presidente chino, Xi Jinping, se congratuló este lunes por los «avances» entre Pekín y Washington durante un encuentro con el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, que visitó a la potencia asiática para tratar de limar tensiones.
Blinken afirmó que Estados Unidos y China quieren «estabilizar» sus relaciones, aunque sigue siendo «lúcido» sobre los desacuerdos bilaterales de fondo.
«No nos hacemos ilusiones sobre los desafíos de gestionar esta relación. Hay muchos temas en los que estamos profundamente, incluso con vehemencia, en desacuerdo», dijo Blinken.
La entrevista se produjo en el segundo y último día de la visita de Blinken a China, la primera en casi cinco años de un secretario de Estado.
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Varios temas enturbiaron en los últimos años la relación bilateral entre ellos el apoyo de Washington a la isla autónoma de Taiwán, que Pekín considera suya… La rivalidad en el campo tecnológico, las reivindicaciones territoriales de la potencia asiática en el mar de China Meridional o el trato a los uigures, una minoría musulmana del noroeste de China.
El secretario de Estado dijo haber planteado varios asuntos de fricción, y manifestó la inquietud de Washington acerca de Taiwán. Así como también sobre la región de Xinjiang, donde se concentra la minoría uigur, el Tíbet o Hong Kong.
Los dos países tienen también posiciones opuestas en el conflicto de Ucrania, donde Washington ha venido apoyando militar y financieramente a Kiev. Mientras que China ha evitado condenar la invasión rusa y quiere presentarse como un mediador.
– Promesas –
Blinken dijo en ese sentido que China ha reiterado su promesa de no enviar armas a Moscú. «China nos ha asegurado a nosotros y a otros países que no está entregando y no entregará ayuda letal a Rusia para utilizarla en Ucrania», aseveró.
Blinken se reunió por la mañana con el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, y por la tarde fue recibido por el presidente Xi en el imponente Palacio del Pueblo, en Pekín.
«Las dos partes lograron avances y encontraron terrenos de entendimiento en varios puntos específicos», que no se precisaron, destacó Xi Jinping. Además, calificó dichos avances de «muy buena cosa», según un video difundido por la televisión pública CCTV.
«Espero que el secretario Blinken, a través de esta visita, aporte un resultado positivo a la estabilización de las relaciones entre China y Estados Unidos«, declaró Xi a su interlocutor.
– Firmeza sobre Taiwán –
En la entrevista previa, Wang Yi le hizo ver a Blinken que las relaciones bilaterales se encuentran en un «momento crítico». Añadió que ambas potencias deben «elegir entre el diálogo y la confrontación, la cooperación o el conflicto».
Wang Yi reafirmó también la posición de su país respecto a Taiwán.
En los últimos meses, los contactos entre Washington y las autoridades taiwanesas, procedentes de un partido independentista, irritaron fuertemente a Pekín. Que respondió con ejercicios militares de gran envergadura alrededor de la isla de gobierno democrático.
El poder comunista chino considera a Taiwán como una isla rebelde, que no ha logrado aún reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china en 1949.
«El mantenimiento de la unidad nacional sigue en el núcleo de los intereses fundamentales de China». Y «en este asunto, China no tiene margen para transigir o ceder», enfatizó Wang.
Blinken repitió que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y mantiene su postura de preservar el «statu quo». Aunque aseguró tener «profundas preocupaciones sobre algunas de las acciones provocadoras que China ha tomado en los últimos años, desde 2016».
– Evitar «errores de cálculo» –
El domingo, el secretario de Estado norteamericano fue recibido por el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, situado jerárquicamente por debajo de Wang Yi.
Blinken destacó «la importancia de la diplomacia y de mantener abiertos los canales de comunicación» para reducir «los errores de cálculo», según el Departamento de Estado.
Qin le dijo a su vez a Blinken que los vínculos entre Estados Unidos y China «están en el punto más bajo desde que se establecieron relaciones diplomáticas» en 1979, lo cual «no se ajusta a los intereses fundamentales de los dos pueblos ni a las expectativas comunes de la comunidad internacional».