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domingo, julio 21, 2024

Premio al asesor climático del Papa

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Hace poco más de 40 años, nadie sospechaba que el calentamiento global que ya empezaban a percibir los científicos de todo el mundo estuviera motivado por algo más que por las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Pero eso cambió de la noche a la mañana gracias a una única investigación publicada en 1975 por el investigador de la Universidad de California en San Diego Veerabhadran Ramanathan.

El metano, el ozono, los clorofluorocarbonos… el CO2 no es el único causante del cambio climático y, además, estos gases tienen una capacidad de calentamiento mucho mayor que el dióxido de carbono -son entre 25 y 4.000 veces más potentes-, aunque son emitidos en cantidades mucho menores que éste. Precisamente, ese descubrimiento, junto con muchas otras importantes aportaciones realizadas hasta hace pocos meses le han valido al científico nacido en Mandurai (La India) la concesión del Premio Fundación BBVA Fronteras del

Conocimiento en la categoría de Cambio Climático.Después de ese hallazgo, Ramanathan, de 71 años, no ha parado de hacer aportaciones clave al estudio del cambio climático. «En 1985, cuantificó el efecto real de estos otros gases sobre el clima y demostró que son tan importantes como el CO2», ha explicado Carlos Duarte, oceanógrafo y catedrático Tarek Ahmed Juffali de la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología (Arabia Saudí), durante la presentación del premiado en la sede madrileña de la Fundación BBVA. Además, en 1995 dirigió el proyecto que descubrió las nubes de contaminación (conocidas en el campo como black clouds) que se generan en Asia como consecuencia de la emisión de hollí procedente de las obsoletas cocinas de carbón y reveló que provocan el enfriamiento de la superficie terrestre y que a su vez absorben calor en altura, lo que acelera el cambio climático y provoca el deshielo de los glaciares del Himalaya.

Para realizar ese descubrimiento Ramanathan diseñó junto con su hijo un flota de vehículos no tripulados -estaban sin saberlo marcando el camino para la actual industria de los drones, pero hace 20 años- que siguieron en el Pacífico a una de las nubes gigantes de contaminación que se generan en Asia.

De hecho, uno de sus trabajos más recientes, publicado en 2015, revela que actuar sobre este hollín y sobre el metano y el ozono -procedentes de vehículos, calefacciones y cocinas en zonas rurales de países en desarrollo- es mucho más sencillo que sobre el CO2 y se podría lograr frenar el cambio climático en gran medida y además se mejoraría la calidad del aire y la salud de la población en estas áreas. «Tenemos la tecnología para reducir estos gases al menos en un 50%», ha asegurado el premiado en una teleconferencia con medios de comunicación celebrada tras el anuncio del premio.La carrera del investigador indio ha acompañado los descubrimientos y las grandes aportaciones a la ciencia del clima con importantes trabajos de concienciación, sensibilización y divulgación.

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