REDACCIÓN. A nivel regional, Honduras es uno de los países que mayor contenido de pornografía está emitiendo en los últimos años. Lo anterior, según Alejandro Rosales. Quien es el director de Servicios de Telecomunicaciones de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL). En este sentido, Rosales incitó al gobierno del país a que se suscriba al convenio de Budapest.
Esto, para aminorar el impacto de la ciberdelincuencia. Ya que las cifras van en aumento sobre todo en este tiempo. Además, se expone cada día más a los menores que entran a el lado «Web oscura o Dark Web«. “Yo no tengo una cifra para decir si es el número uno, el número dos o el número tres. Pero lo que sí le puedo decir es que Honduras es uno de los países de donde más se contribuye para el contenido de pornografía infantil” recalcó Rosales.
La Web oscura o Dark Web
Asimismo Rosales ratificó que esa pornografía infantil se está diseminando a través de la Internet y se está consumiendo en otros países a nivel mundial.
Indicó, que se están usando los sistemas que la red. Los ya conocidos como “Internet oscura” o “dark web”. A pesar de que existen maneras de como combatirlos, no es visible porque lo hacen en el lado oscuro de la Internet. Lo anterior, para estar intercambiando esa información y poder vender el contenidos en el extranjero por grandes cantidades de dinero. La dark web o internet oscura es el contenido público de la World Wide Web que existe en darknets.
Es decir, redes que se superponen a la internet pública y requieren de software específico. Además, de configuraciones o autorización para acceder. También, forma parte de la internet profunda, la parte de la web no indexada por los motores de búsqueda.
Tiempo atrás una firma extranjera hizo una auditoría a CONATEL que mostró la gran cantidad de información que se genera. Esto, no solamente sobre pornografía infantil, sino información crítica del país que se está intercambiando en la red afirmó Rosales.
Conatel no puede tomar acciones respecto a ese flagelo desde el punto de vista legal.
Entonces, lo único que puede hacer es colaborar con el Ministerio Público que es la institución que tiene la exclusividad de la acción penal pública, ratificó el empleado público.
Rosales recordó el caso de años atrás que ocurrió en el país, cuando se descubrió que desde Honduras se estaba emitiendo a través de una IP, pornografía infantil que se consumía en Francia.
Incrementa el consumo pornográfico
Estas cifras preocupan a los entes estatales, de este modo el Ministerio Público ha realizado las investigaciones pertinentes a personas vinculadas con esta acción.
Asimismo, a quienes se encargan de la distribución y comercialización del material prohibido por la ley, afirmó la portavoz de la Fiscalía, Lorena Cálix.
La condena por la distribución de material de pornografía infantil es de cuatro a seis años de prisión.
El mes pasado, la Fiscalía Regional de Oriente dio condena de cuatro años y seis meses a una mujer por el delito de pornografía infantil.
Según informe en poder de las autoridades se estableció que Laury Camila Álvarez González mujer acusada tenía en su poder el vídeo pornográfico de la hija de la señora Ana María Lobo Cruz. Quien además, la chantajeo de difundirlo si no accedía a un pago.
Dato:Según la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), el “sexting”, es la nueva forma de sostener comunicaciones sexuales a través del Internet, este facilita el incremento de videos y fotos “triple XXX” entre menores.
“Sexting” (contracción de sex y texting) es un anglicismo que se refiere al envío de mensajes sexuales (eróticos o pornográficos). Esto, por medio de teléfonos móviles.
Inicialmente hacía referencia únicamente al envío de SMS de naturaleza sexual. Pero después comenzó a aludir también al envío de material pornográfico (fotos y videos) a través de teléfonos celulares y computadoras. También se le denomina “sexteo” en español a esta conducta.
Convenio de Budapest
El convenio sobre ciberdelincuencia, también conocido como el Convenio de Budapest, es el primer tratado internacional que busca hacer frente a los delitos informáticos. Así como a los delitos en Internet mediante la armonización de leyes nacionales. También, la mejora de las técnicas de investigación y el aumento de la cooperación entre las naciones.
Rosales considera la falta de una estrategia clara y de que el país no esté adherido al Convenio de Budapest. «Ya han pasado cuatro años ya es tiempo de que se exista algo escrito. Esto, ya que el delito cibernético no solamente es por Internet o por redes sociales».
