Redacción. Luego de que la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) informó en las últimas horas de la localización y aseguramiento de un vivero, plantación de supuesta hoja de coca, más un laboratorio en una zona montañosa del municipio de Limón, departamento de Colón, en el litoral atlántico de Honduras, Diario Tiempo investigó por qué narcos cultivan en montañas y no hay capturas.
La operación se llevó a cabo específicamente en la aldea El Portillo, con la participación de elementos del Grupo de Operaciones Especiales Tácticas (GOET) de la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF), la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) y un equipo móvil de intervención de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC).
Según el informe, el primer hallazgo e intervención se realizó en el perímetro donde se encontraba el vivero. En esa zona fueron localizadas pequeñas plantas de supuesta hoja de coca, ya listas para ser trasplantadas al terreno.

Posteriormente, se informó sobre la localización de una extensa plantación de arbustos ya maduros, listos para la extracción de alcaloides, ubicada precisamente en el laboratorio instalado en el lugar.
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¿De qué cantidades se trata?
En cuanto al vivero, la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) informó que se localizaron aproximadamente 155 mil plántulas, con una altura promedio de 5 centímetros, listas para ser trasplantadas a tierra. Asimismo, se encontraron otras 90 mil en proceso de germinación.
Por su parte, el cultivo de hoja de coca se extendía por un área de aproximadamente cinco manzanas de tierra, dividida en dos parcelas, con un estimado de 37 mil 500 arbustos de una altura promedio de 1.5 metros, lo que indica que eran plantas adultas.
Las autoridades también destacaron que el cultivo ilegal se encontraba en fase de recolección de hoja de coca, etapa previa al procesamiento para la elaboración de pasta que termina convertida en cocaína.

En el mismo terreno, ubicado en la aldea El Portillo, en el municipio de Limón, Colón, los uniformados localizaron un laboratorio rústico construido con madera, donde se procesaba la hoja de coca para extraer los alcaloides.
En el interior del laboratorio se encontraron barriles que contenían precursores químicos, tales como ácido sulfúrico, soda cáustica, cemento y gasolina.
Los especialistas a cargo de la operación recolectaron muestras del vivero, los arbustos y los químicos, con el fin de someterlas a análisis científicos en Medicina Forense. Al mismo tiempo, se inició el proceso legal correspondiente en coordinación con la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO).

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¿Por qué usan las zonas montañosas?
De acuerdo con las autoridades de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA), las estructuras criminales han optado por cultivar hoja de coca en zonas montañosas y áreas protegidas, con el objetivo de dificultar su detección por parte de las fuerzas de seguridad.
Desde 2018, los departamentos donde más se han localizado plantaciones de hoja de coca son Colón y Olancho. Según informes, los terrenos montañosos, sumados a las condiciones climáticas, son propicios para el pleno desarrollo de estos arbustos.
No obstante, también se han incautado y erradicado cultivos similares en municipios de Yoro, El Paraíso, Atlántida y Gracias a Dios. De acuerdo con investigaciones, lo que hace más de una década parecía un «experimento» terminó convirtiéndose en un negocio establecido en el país.

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Sin detenciones
Otro aspecto relevante de este tipo de operaciones es que, en raras ocasiones, se logra detener al dueño del terreno o a las personas encargadas del cuidado del cultivo. A inicios de 2024, fue capturada una pareja vinculada a estas actividades en la zona oriental de Honduras, pero desde entonces no se han registrado más detenciones.
Según las autoridades, esto se debe a que los terrenos utilizados no tienen un propietario definido, ya que se encuentran en zonas protegidas. Además, los empleados suelen huir por las montañas al notar la presencia de las fuerzas policiales. En operativos anteriores, se han encontrado no solo laboratorios, sino también campamentos, alimentos, motocicletas y herramientas, lo cual evidencia el modo de operar de estas estructuras criminales.
