Redacción. Citroën está a punto de tener graves problemas con gran parte de su red de concesionarios en el continente europeo. La llegada de una nueva entrega, la segunda, del C5 Aircross, es prácticamente inminente a tenor de la importante filtración acontecida hace solo unos días, y eso acabará con las pocas posibilidades que puede tener la otra variante con casi el mismo nombre que los franceses ofrecen.
El futuro del Citroën C5 X ya está marcado en todos los calendarios desde el pasado verano, y así te contamos cuáles eran las intenciones de la marca con el C5 X.
Un experimento que no ha cuajado de ninguna de las formas posibles. Los galos decidieron destacar de este modelo su revisado formato de berlina. Se trata de un formato clave para representar al fabricante en el segmento D, pero no consiguió los apoyos esperados.
La supervivencia a duras penas del Citroën C5 X
Tampoco lo ha hecho por su incondicional estilo de crossover. Y es que el experimento de traerse un coche hecho especialmente para China no convenció a los clientes. Ellos han seguido depositando toda su confianza en el C5 Aircross incluso si no estaban interesados en un modelo tan alto, pero no querían salirse del fabricante francés.
Su escindida marca de lujo decidió desprenderse del DS 9. Sin embargo, Citroën ha decidido mantener a este C5 X en catálogo a pesar de que su gama es más que escueta.
Si es estrategia, está claro que falla porque medios polacos han revelado el tiempo que algunas unidades del Citroën C5 X acumulan en las exposiciones de los concesionarios a la espera de que un alma caritativa se apiade y decida llevarse el ejemplar. Eso, si en la trastienda y con un poco de suerte, no hay más.
Equipado con llantas de aleación de 19 pulgadas, navegador y una de las mejores suspensiones adaptativas del mercado, que le confieren una comodidad a bordo incomparable, y hasta asientos con calefacción, no hay forma de venderlo.
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¿Motores pequeños en coches grandes?
Una situación se vuelve más curiosa si tenemos en cuenta que el concesionario le tiene puesto un precio de 33.400 euros cuando realmente cuesta 41.410 euros. Es decir, que su precio actual es de siete mil euros menos.
Está claro que el C5 X ha sido un rotundo fracaso. En tan solo un par de meses los concesionarios o bien tiran sus precios a pérdidas o los mandan de vuelta a la marca y que ella haga lo que estime pertinente.
Pero también influye algo que a los clientes no les gusta de ninguna forma: y son los motores de tan baja cilindrada.
Los propulsores de tres cilindros y 1.0 litro son descartados por una gran mayoría cuando hablamos de coches de 4,5 metros.