ESTADOS UNIDOS. A consecuencia de la política anti-inmigrante, conocida como “Tolerancia Cero” e implementada por el gobierno de los EE.UU., se reportó el suicidio del hondureño Marco Antonio Múñoz.
Como se recordará, el connacional fue separado de su esposa e hijo por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El lamentable hecho se reportó en la frontera de McAllen, Texas, el 11 de mayo del presente año.
Desde ese lugar el hondureño fue llevado a una cárcel de condado sin cometer ningún crimen. La frustración de alejarse de sus seres queridos llevó al compatriota a tomar la fatal decisión.
Por tal razón, y por esa política, el gobierno hondureño en las últimas horas manifestó su preocupación. Según ellos, las determinaciones de EE.UU. incrementaron los casos de familias separadas en la frontera de ese país.
En ese sentido, la política de “Tolerancia Cero” actualmente ocasiona la separación de más de 45 familias hondureñas. Lo anterior, deja como consecuencias el trauma de los menores de edad al momento de la separación de sus padres.
Dicha política consiste en trasladar los niños y niñas a lugares desconocidos con personas ajenas a ellos. Asimismo establece un proceso de deportación inmediata para sus padres y de judicialización en los casos de los niños. Lo más lamentable es que ese procedimiento se extiende por varios meses.
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Autoridades hondureñas brindan acompañamiento
Autoridades hondureñas brindan acompañamiento y protección consular en cada uno de los casos de las familias separadas. También esperan el proceso judicial, garantizando la debida investigación de cada uno de ellos.
Asimismo, realizan trabajos con Medicina Forense para establecer las verdaderas causas de fallecimiento de los hondureños. Lo anterior, bajo la custodia de la instancia competente en EE.UU.
De igual forma, realizan acciones conjunto con organizaciones que protegen los derechos humanos de los migrantes nacionales. Cabe señalar que funcionarios hondureños han sostenido reuniones con sus homólogos estadounidenses.
De esa forma se les manifiesta la posición de Honduras ante la política de separación familiar. Ellos dejaron claro que la política vulnera los derechos humanos de los hondureños. Además del interés superior de los niños y niñas migrantes.
