CORTÉS, HONDURAS. Control del territorio de drogas, es uno de los posibles móviles que la Policía Nacional busca confirmar o descartar en torno a la masacre suscitada la noche del pasado sábado en la colonia Guanacaste de San Pedro Sula.
La masacre número 59 en Honduras en 11 meses del presente año dejó la cantidad de cinco personas muertas.
Fueron cuatro hombres y una mujer, quienes respondían a los nombres de Francis Gabriela Vásquez Álvarez, de 28 años de edad, Antony David Pérez, de 28, Jesús Romero Duarte, de 31, Edwin Enrique Mejía Licona, de 34, y Nelson Gavarrete Muñoz.
Las víctimas se encontraban en el garaje de la casa, que al mismo tiempo funcionaba como bar, de Antony David Pérez. El grupo de amigos se encontraba departiendo mientras preparaban carne asada a eso de las 8:30 de la noche.
De pronto, seis sujetos, a bordo de dos carros turismo (una blanco y otro negro) ingresaron al local y ejecutaron el quíntuple crimen, matando en el instante a Jesús, Edwin y Nelson. Mientras que Francis y Antony resultaron gravemente heridos, pero finalmente fallecieron en el hospital Dr. Mario Catarino Rivas.
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Antony, objetivo de los sicarios
Marlon Miranda, el vocero de la Policía Nacional, adelantó a medios de comunicación que el principal objetivo de los hechores del crimen era Antony Pérez, quien presuntamente tenía en curso una investigación de la DPI en su contra.
Por otro lado, la Policía mencionó que ya tienen identificados a dos sicarios que perpetraron el hecho. Sin embargo, no dio a conocer nombre ni otras características, pero afirmó que serán capturados.
