TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Policía Nacional informó que el fallecimiento del agente Humberto Castillo Pérez en las instalaciones de «Los Cobras», ocurrió mientras éste realizaba los ejercicios rutinarios a los que anualmente se somete todo uniformado.
Pérez falleció como consecuencia de un paro cardíaco, concretamente en el campo de fútbol de la institución.
De acuerdo con el informe policial, el agente era originario del municipio de Alubarén, en Francisco Morazán, y perdió la vida a las 11:15 de la mañana.
El comisionado Miguel Martínez Madrid, portavoz de la Policía Nacional, dejó claro que la víctima realizaba sus ejercicios rutinarios y no se expuso a gas lacrimógeno ni a algún maltrato por parte de los entrenadores.
«El compañero policía no estaba en un curso de ascenso, él estaba haciendo los ejercicios rutinarios que todos los policías hacemos una o dos veces al año y que son evaluados. No estaba para un asenso, no había gas lacrimógeno, queremos aclarar eso. Nadie lo estaba hostigando, nadie lo estaba golpeando, simplemente estaba haciendo el ejercicio físico normal y rutinario», enfatizó.
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¿Cómo falleció?
En tal sentido, Madrid explicó que el agente cumplía con su entrenamiento cuando, de repente, cayó al suelo desmayado.
Contó, además, que los médicos de turno le dieron asistencia inmediata, realizándole maniobras de animación cardíaca y colocándole oxígeno.
De acuerdo con el portavoz, los médicos trasladaron al policía hasta el área de emergencia de un centro hospitalario, donde le realizaron las pruebas pertinentes. No obstante, tras 15 minutos tratando de salvarle la vida, falleció a las 11:15 de esta mañana.
Posteriormente, trasladaron su cuerpo a la morgue capitalina, donde los forenses le practican los exámenes correspondientes.
Además, Martínez aseguró que los recientes exámenes de grasa realizados a la víctima indican que tiene un peso real de 156 libras. Sin embargo, agregó que el peso ideal es de 176 libras por lo que pueden confirmar que no tenía sobrepeso.
Desde 1996 fungía en la institución
Finalmente, el comisionado detalló que la víctima no era nuevo en la institución, pues desde 1996 estuvo asignado a la Dirección Nacional de Servicios Especiales.
Esclareció que tampoco era aspirante a la Academia Nacional de Policía (ANAPO), ni buscaba ningún ascenso. Sino que tenía 26 años de servir en esa Dirección Nacional antes mencionada.
«Él tenía un nombramiento de policía desde 1996 en donde se graduó de policía y desde entonces él era policía de la escala básica sin haber ascendido a ningún grado, y su primer asignación fue a la metropolitana en 1996», afirmó Madrid.
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