Redacción. Un 6 de noviembre de 1980, el agente policial Oswaldo Pavón Fonseca daría inicio a una carrera que marcaría su vida para siempre. Con nostalgia, recuerda sus primeros días en el Primer Batallón de Infantería, donde comenzó a forjar su vocación de servicio.
Hoy, a casi 44 años de trayectoria, Pavón ha tenido el honor de formar parte de diversas direcciones dentro de la institución. Eso sí, siempre con la misma dedicación y compromiso.
“Para mí ser policía representa un orgullo, una vocación de trabajo, una voluntad y un esfuerzo, hay que tener en cuenta que todo requiere un sacrificio”, expresó el experimentado agente, reflejando la pasión con la que ejerce su labor.
Pavón también destacó el papel fundamental que ha jugado su familia a lo largo de su carrera. Reconoce que el trabajo policial implica estar lejos de los seres queridos durante largos períodos, lo que no siempre es fácil.
“No es fácil estar lejos de la familia, yo procreé cuatro hijos, los cuales son personas de bien, profesionales y me siento orgulloso de ellos, los pude sacar adelante con mi trabajo”.
Una leyenda policial
A lo largo de su extensa carrera, el agente Pavón ha estado asignado a diversas unidades y direcciones. Actualmente, se encuentra en la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria, un área que valora mucho y en la que se siente plenamente realizado.
Antes de esta asignación, Pavón dedicó 17 años de su vida a la Unidad Metropolitana #01 en Los Dolores, donde vivió y enfrentó situaciones que pusieron en riesgo su vida, pero siempre salió adelante con la ayuda de Dios y su firme voluntad de servir.
Más de 40 años de trabajo
Con una mirada llena de experiencia, gratitud y sabiduría, el agente Oswaldo Pavón continúa al servicio de la comunidad, demostrando que su vocación de policía es mucho más que un trabajo, es una verdadera pasión que lo ha acompañado durante toda su vida.
A lo largo de sus 44 años de carrera su compromiso con la seguridad y el bienestar de los demás nunca ha flaqueado.
El agente Pavón es consciente de que su vida ha sido testigo de innumerables momentos difíciles, enfrentamientos y situaciones que han puesto en riesgo su integridad. Sin embargo, a pesar de los retos, sigue de pie, más comprometido que nunca con su vocación.
