Redacción. El director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar Godoy, explicó a través de medios de comunicación su versión de los hechos ocurridos ayer en Catacamas, Olancho, cuando agentes policiales se enfrentaron a un grupo de hombres armados, varios pertenecientes a una misma familia.
Según el titular de la policía, los hechos se originan desde el día martes 26 de noviembre, cuando dos personas fueron emboscadas y asesinadas de manera violenta en la carretera que conduce hacia la aldea Las Mesitas en Catacamas.
Godoy detalló que ambas personas estaban siendo veladas el día de ayer y como parte del proceso investigativo, agentes se desplazaron hasta el lugar para investigar los hechos.
«El 911 hace una llamada reportando una emergencia frente a la alcaldía, el comisionado Cristian Nolasco se desplazó hacia la alcaldía e informa que hay más de 15 personas fuertemente armadas y que habían cerrado la calle que está cerca de la iglesia, que había carros y no dejaban pasar a nadie en ese sector», relató Godoy.
Como acción, explica que el comisario Nolasco les solicitó mostrarle su permiso de portación de arma, pero estos se opusieron y amenazaron de muerte al oficial.
«La ley de control de armas establece que si usted quiere andar armado debe tener un permiso de portación, pero no la puede andar visible. Está prohibida la portación visible, la tenencia también es delito. Pero el problema es que estaban visibles», comentó.
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Decomiso de las armas
Godoy comentó que tras oponerse a las órdenes del oficial, estos sacaron sus armas de fuego, lo que según la ley se considera un atentado contra el funcionario policial.
En ese sentido, señaló que se pidió apoyo al equipo policial de la jefatura de Catacamas, quienes llegaron al lugar y despojaron a los hombres de sus armas. Entre ellas nueve armas largas y ocho pistolas.
El director de la Policía aclaró que los involucrados sí contaban con su respectivo permiso, pero estos pertenecían a una empresa de seguridad.
«Hay una laguna legal, y es que estas personas aprovechan así como en Colón que se aprovechan para que estas empresas de seguridad vengan y les presten las armas a personas para poder andar armados», dijo.
En ese sentido, aseguró que se han reunido con los fiscales correspondientes para establecer una ruta de acción contra este grupo de personas.
Abuso de autoridad
Mientras tanto, familiares de los acusados se manifestaron indignados y consternados ante los hechos, denunciando a los agentes policiales de abuso de autoridad.
El apoderado legal de esta familia, Harvey Cruz, reveló los detalles sobre el presunto actuar de la Policía. Según su relato, los agentes le decomisaron varias armas de fuego que están legalmente inscritas.
«La familia Amador se encontraba realizándole una misa a uno de sus parientes. De repente llegó la Policía Nacional a realizar una incautación contra ellos», dijo el apoderado legal para HCH.
Los miembros de la familia sostienen que los oficiales, además del maltrato, no presentaron ninguna documentación para decomisar las armas. Tampoco una explicación válida sobre el allanamiento.