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martes, abril 16, 2024

Al descubierto plan para salvar la ENEE; Vienen trancazos

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TEGUCIGALPA.-En lo interno la salud financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) es caótica. Pero es una economía «recuperada» cuando sus ejecutivos la exponen ante el público.

En 2016 un grupo de empresarios y personeros del gobierno analizaron la estrategia de reducción de pérdidas de la ENEE.

Tanto la reunión como el análisis fue en el marco de una preocupación  por el rumbo que llevaba la ENEE. Se hizo en secretividad.

En aquel momento esos analistas concluyeron que los planes de la ENEE no eran suficientes para rescatar a la estatal.

Concluyeron que las proyecciones revisadas no le harían ni cosquillas a la descomunal deuda de esa autónoma.

En otras palabras, sería como tirar sal al mar, si se tomaban los planes de la gerencia de la estatal.

La ENEE comenzará 2017 aplicando un aumento a la tarifa residencial.
La ENEE comenzará 2017 aplicando un aumento a la tarifa residencial.

Fue evidente que los empresarios hallaron muchas incongruencias en las cifras financieras de los técnicos de la ENEE. Por supuesto,  avaladas por su gerente general Jesús Doblado.

Por ejemplo, los analistas privados concluyeron que los aumentos a la energía propuestos por la ENEE irían, incluso, en detrimento del plan gubernamental-empresarial 20/20.

Esto porque volvería al mercado hondureño poco competitivo para los inversionistas por los altos costos de la energía.

Documentos oficiales en poder de Tiempo Digital muestran que la deuda total de la empresa estatal sobrepasa los 1030 mil millones de lempiras. Esa descomunal carga financiera la forman «deudas bonificadas y préstamos bancarios», entre otros.

Igualmente, incluye lo que hasta la fecha la ENEE le debe a los generadores de energía térmica, que tampoco son centavitos.

Según lo investigado por Tiempo Digital, a esa deuda de la ENEE aún hay que sumarle 0.03 dólares por kilowat por hora que se le paga a los que generan energía solar, como parte de un incentivo convenido entre la estatal y esos proveedores.

Traducido en números constantes y sonantes esto representa un costo adicional de aproximadamente 506 millones anuales de lempiras. O sea esto se le debe a los generadores de energía solar.

Otro costo que no estaba sumada a la deuda de la ENEE  fueron unos 2017 mil millones de lempiras. Con estos fondos la ENEE pretendía mejorar la distribución (1008 mil millones de lempiras) y la transmisión (1009 mil millones de lempiras) de energía.

Es importante señalar que la distribución y transmisión fue dada en concesión a la ahora cuestionada Empresa de Energía Honduras (EEH).

Entendidos en la materia han calculado que ni en el mejor de los escenarios se podrían mejorar las finanzas de la ENEE tal como ésta lo proyectó en aquel momento.

Para confirmar esta hipótesis que la ENEE seguirá trasmitiendo pérdidas, expertos realizaron un ejercicio con una hipotética fórmula.

Estos expertos colocaron en la balanza la deuda total de la ENEE y un refinanciamiento. Esto a un plazo de 12 años y con una tasa del 10 por ciento.

De acuerdo a esta proyección la ENEE tendría que pagar una cuota nivelada de 1004 mil millones de lempiras por año, lo que aún representaría un déficit acumulado de 1013 mil millones de lempiras para 2019.

LA OTRA CARA

Pero en noviembre de 2016 los ejecutivos de la ENEE se presentaron sonrientes ante la Comisión del Presupuesto del Congreso Nacional.

Llegaron con «buenas noticias»: reportaron una recuperación económica después de varios años de pérdidas.

El gerente de la ENEE, Jesús Mejía, indicó a la prensa que a la comisión se le expuso la ejecución del año 2016. También las expectativas para 2017 y la ruta recorrida y por recorrer.

Además los problemas encontrados y pintaron los cambios que se quieren para mejorar la misma. Y no solo en la calidad del servicio, atención al cliente, sino también como amarrar el tema financiero.

En cuanto a la recuperación financiera Mejía recordó que cuando el gobierno de Pepe Lobo entregó a Juan Orlando Hernández las perdidas de la empresa eran de siete mil 900 millones de lempiras. Esto no se lo dijeron a los empresarios que analizaron el agosto los estados financieros de la ENEE.

Nota Vinculada: ENEE escoge marzo para decidir su primer trancazo de 2017

Es decir, esas pérdidas representaban el 1.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esa cifra  era inmanejable y afectaba la economía del país, dijo Mejía.

Y Mejía siguió con su autoelogio: «Gracias al esfuerzo realizado en 2015 se bajó ese monto a dos mil 116 millones de lempiras en pérdidas».

Pero las buenas noticias del gerente de la ENEE no se quedaron ahí: Prometió que la deuda se reduciría este año a unos L. 1, 600 millones. Mientras que para 2017 y 2018 prometían recortar esa cifra y convertirlas en utilidades.

Mejía aseveró que no habían llegado a pedir más presupuesto al Congreso Nacional. Sólo pedimos , sujeto a evaluación, que ese exceso a recibir por nuevos ingresos se transfieran a inversiones, dijo Mejía, sin profundizar en esta clave petición.

Para el gerente de la estatal la recuperación de la ENEE pasa por dos vías. Una es que se debe pagar el costo real de la energía y recuperar las pérdidas de forma acelerada.

Contradictoriamente, descartó el aumento de tarifas. Argumentó que el enfoque de la actual administración estaba en la recuperación de las pérdidas. ¿Y entonces qué quiso decir con el costo real de la energía?.

Nota vinculada: ENEE reporta recuperación económica tras años de pérdidas

OTRA REALIDAD

La impresión que tuvo el grupo de empresarios y del gobierno reunidos en agosto de 2016 era diametralmente diferente a las buenas noticias que dio la Gerencia de la ENEE en el Congreso Nacional.

En aquel momento ese grupo de empresarios creía que la estrategia de reducción de pérdidas que les entregó la ENEE y la Empresa de Energía de Honduras (EEH), no era suficiente. También poco realista.

En aquel informe se establecía que la deuda total de la empresa estatal sobrepasaba los 1030 mil millones de lempiras.

Igualmente, incluía lo que hasta esa fecha la ENEE le debía a los generadores de energía solar, unos 506 millones anuales de lempiras.

También había que incorporar en 2017 más de dos mil millones de lempiras. Con estos  la ENEE pretendía reducir las pérdidas en la distribución de energía.

La ENEE tenía presupuestado invertir 1008 mil millones de lempiras en la distribución y 1009 mil millones de lempiras en la transmisión.

La distribución y transmisión fue dada en concesión a la Empresa Energía Honduras (EEH).

Según los empresarios, la propuesta de la ENEE era un traje no a la medida.

En consecuencia, los empresarios proponían trabajar en un plan integral que tomaría en cuenta todas las variantes. La idea era asegurar el funcionamiento operativo de la institución y el saneamiento financiero de la misma.

5 mil
400 millones de dólares colocó el Gobierno de JOH como Bonos Soberanos

$700
millones serán utilizados para el pago de las
deudas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.

Los proponentes marcaron como primer paso crear un Comité Técnico Financiero. La idea era que esa comisión revisara cada línea de ingresos y egresos de lo proyectado por la ENEE.

Otra recomendación de los empresarios era que debía solicitarse a EEH una propuesta de reducción acelerada de las pérdidas. Sugerían 25 puntos en 4 años.

La Empresa de Energía Honduras (EEH), de capital colombiano, inició operaciones bajo la obligación de reducir las pérdidas en 17 puntos, pero en 7 años.

Entre los salvavidas que propusieron los empresarios estaban algunas medidas financieras.
Una de ellas era obtener un préstamo por 600 millones de dólares. Este fondo serviría para pagar la deuda nueva y vieja de la ENEE.

Los proponentes indicaron que los 600 millones de dólares servirían para pagar a los proveedores de energía térmica (400 Millones de dólares). También a las instituciones bancarias (200 Millones de dólares).

¿Y la ENEE cómo pagaría estos 600 millones de dólares? Según este grupo de empresarios, se honraría a través de la emisión de bonos internacionales.

Otro salvavidas propuesto era usar el encaje bancario para alimentar las finanzas de la «anémica» ENEE. Al respecto, sugirieron consultar antes a las autoridades del Banco Central de Honduras y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros si esto se podía.

El plan también incluiría conciliar la deuda entre la ENEE y los generadores privados o sea lo que se les debe en Capital más Intereses.
La ENEE quería dar 3 trancazos

En la estrategia de la ENEE que conocieron los representantes empresariales y del gobierno en agosto pasado, incluía aumentar las tarifas. Recetarían tres trancazos en los próximos tres años.

La ENEE proyectaba el primer incremento para 2017. Sería de un 17 por ciento y en este iría incluso los costos de los aumentos que sufriría el bunker. También la devaluación de la moneda y el efecto proporcional de los trancazos aplicados en 2016.

Por consiguiente, para 2018 la ENEE calculaba incrementar la tarifa en un 12 por ciento y otro del 5 por ciento para 2019.

Como se recordará, en 2016 el último incremento a la Energía Eléctrica se hizo en junio, el cual contempló incrementos de 9% y 25%, dependiendo el sector y el nivel de consumo.

Mientras que a nivel global el alza fue de dos centavos de dólar por kilovatio, unos 45 centavos de lempiras. El costo promedio pasó de 3.39 a 3.85 lempiras por la devaluación de la moneda.

El año pasado, el presidente de la Comisión de Energía Eléctrica (CREE), Ricardo Espinoza, trató de justificar los trancazos de la ENEE. Lo hacía con un argumento legal.

«La ley establece que se debe hacer una revisión de manera trimestral del costo de generación. No sabría decir si habría una alza, eso dependerá del análisis que se haga”, dijo Espinoza.

No obstante, hoy Tiempo Digital revela que la ENEE ya tiene programado los aumentos para los tres próximos años. Incluso, podrían tener una cuantía mayor si la devaluación o el bunker suben más de los proyectado.

AL PIE DE LA LETRA

Las sugerencias del grupo empresarial en conjunto con personeros del gobierno parece es el plan que se está cumpliendo a falta de información oficial.

Por ejemplo, la Secretaria de Finanzas ha confirmó la colocación de Bonos Soberanos por el orden de $700 millones . Esa confirmación la hizo a través de un comunicado emitido el 16 de enero de 2017 anterior.

Este fondo, lo confirma el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, será para el pago de compromisos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.

Cerrato manifestó en esa ocasión que las ofertas para la colocación de bonos fueron de 5 mil 400 millones de dólares. Es decir «más de 10 veces lo que nosotros ofertamos ($500 millones) y se dio un espacio en reducir la tasa de interés más y se logró a 6.25%».

Mientras tanto, el presidente Juan Orlando Hernández ha matizado esta nueva deuda como un logró de su gobierno.

«El FMI, el BID y Banco Mundial dicen que Honduras ha mejorado sustancialmente el manejo de las finanzas públicas», dijo.

«Fijense bien, solo la colocación de los bonos soberanos, operación que recientemente hicimos, manda un mensaje sin precedente en la historia del país. Fuimos por colocar 700 millones de dólares y la repuesta fue una oferta de más de 5 mil millones de dólares. Aplazos y tasas de interes que jamás el país había tenido para este tipo de operaciones», agregó recientemente JOH.

Como se puede observar queda al descubierto el verdadero plan para salvar la ENEE y que tiene como daños colaterales aumentos en las tarifas y más endeudamiento.

 

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