TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego de la crisis educativa que generó la pandemia de COVID-19 en el país, las universidades públicas y privadas, en conjunto con la Asociación de Medios de Comunicación (AMC) realizaron una propuesta que busca solucionar la problemática a corto y mediano plazo en ese debilitado sector.
Desde que se confirmaron los dos primeros casos de COVID-19 en Honduras, las autoridades determinaron un toque de queda absoluto, lo que llevó al cierre de la economía nacional y otras actividades como laborales educativas, turísticas y comerciales.
En ese sentido, la Secretaría de Educación dio paso a las clases virtuales, mecanismo al que no toda la población estudiantil tuvo acceso.
Uno de los factores que impidió la educación virtual fue la falta de ingresos económicos para costear el servicio de internet; mientras que otros se limitaron por la ubicación remonta de sus lugares de origen, donde no hay acceso a esa señal.
En noviembre de 2020, la crisis se agudizó por el paso de las tormentas tropicales Eta e Iota. Estos fenómenos, dañaron significativamente la infraestructura de varios centros educativos; sin mencionar que al menos cuatro millones de hondureños se vieron afectados, según la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (COPECO).
De acuerdo a información que las autoridades confiaron a un medio local, al rededor de 225 mil estudiantes conforman la cifra de deserción en 2020, además, 51 mil alumnos reprobaron el año escolar.
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¿En qué consiste la propuesta?
Conforme a lo expuesto por los promotores de la propuesta, esta tiene por objetivo identificar a los alumnos que han abandonado el sistema y generar un plan de recuperación.
Asimismo, garantizar el acceso y conectividad a la red de medios de comunicación y medios digitales. También contempla asegurar la navegación de internet gratuito a docentes y alumnos.
Sumado a ello, incluirá la certificación de los docentes en competencias pedagógicas digitales y uso de plataformas. Los maestros, además recibirán desarrollo profesional y podrán acceder a dispositivos tecnológicos, de forma gratuita o subsidiada.
De esa forma, podrán desarrollar de mejor forma su labor y mejorarán la calidad de los aprendizajes de los alumnos, al priorizar y ajustar los contenidos y horas clase a la semana.
Desarrollo de competencias
Los procesos de evaluación de aprendizajes se revisarán con la implementación de la propuesta. Incluso, se elaborarán y distribuirán libros de texto y cuadernos de trabajo a los estudiantes.
La propuesta, que se enmarca en el Plan Estratégico del Sector Educativo (PESE 2018-2030), también contempla el desarrollo de competencias del mundo del trabajo.
Y, por último, pero no menos importante, la descentralización del sistema educativo para todos los niveles, financiamiento de la inversión en educación, así como impulsar más la investigación.
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