Redacción. Desde 2023, Honduras enfrenta una grave escasez de placas vehiculares que ha dejado a más de un millón de propietarios en lista de espera, mientras el Instituto de la Propiedad (IP) asegura que aún no ha recibido el material necesario para elaborarlas.
Sin embargo, la historia sería otra, ya que en las últimas horas se han revelado denuncias que señalan que algunas personas habrían recibido sus placas de manera privilegiada, mientras la mayoría de los ciudadanos continúa sin respuesta.
Aparte de las denuncias, también se ha revelado que un grupo reducido de personas, entre funcionarios, recomendados y allegados, estaría recibiendo placas físicas de manera preferencial.
Mientras la mayoría de los ciudadanos sólo obtiene una hoja de papel para circular, documentos internos muestran que altos mandos del IP manejan de manera discrecional miles de juegos de placas almacenadas.
Un medio de comunicación local de igual manera realizó una investigación en la que filtró fotografías y memorándums oficiales.
Le puede interesar: Tres empresas compiten en licitación para producir casi un millón de placas vehiculares
Esos documentos evidencian que funcionarios, a través de instrucciones internas, ordenan el cambio de placas virtuales por metálicas a ciertos particulares mediante procedimientos que no están regulados públicamente.
Documentos firmados
Uno de los documentos, firmado en febrero de 2025 por la directora general de Registro Vehicular, instruye el «replaqueo» a favor de una persona específica.
Otro caso similar se documentó apenas un mes después, revelando que ese tipo de autorizaciones no es un hecho aislado, sino parte de una práctica recurrente. Esta situación ha generado indignación entre los usuarios, quienes llevan años esperando una solución.
La política inicial del IP, tras agotarse las placas en 2023, era no repartir lo poco que quedaba para evitar favoritismos. Pero con el nombramiento de la Junta Interventora, las autoridades cambiaron las reglas: centralizaron los remanentes en Tegucigalpa y comenzaron a distribuirlos de forma selectiva.
Sin placas en Honduras
Hasta el momento se estima que quedan alrededor de ocho mil juegos de placas, almacenados y entregados bajo criterios que la ciudadanía desconoce.
A esto se suma el fracaso de tres licitaciones internacionales para adquirir nuevas placas. El último intento (también fallido) ocurrió el mes pasado, lo que deja al país sin posibilidad de reposición durante todo 2025.
Pese a los intentos de obtener una explicación oficial, los miembros de la Junta Interventora y el área de Relaciones Públicas del IP no han dado respuesta. Mientras tanto, los hondureños siguen circulando con permisos provisionales vencidos y otros pocos acceden, sin esperar, al stock reservado.