Redacción. Para evitar que los pescadores artesanales crucen las líneas fronterizas con los otros países centroamericanos, las autoridades hondureñas consideran importante la instalación de boyas en los límites con Nicaragua y El Salvador en el golfo de Fonseca, un entrante del océano Pacífico cuyas costas comparten los tres países.
El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, expresó que la medida física en el golfo evitará las capturas de hondureños que se dedican a la pesca. Y, a pesar que los pescadores nacionales conocen los límites con los países vecinos, es importante la instalación de ese mecanismo de señalización: las boyas.
Reina también manifestó que el golfo de Fonseca es compartido por los tres países y el fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya en 1992 ya establece los límites nacionales en la zona marítima. Por lo tanto, El Salvador y Nicaragua no deben poner obstáculos para la salida de las embarcaciones hondureñas por la zona de la Bocana.
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Seguridad en el golfo de Fonseca para los pescadores hondureños
El jefe departamental de la Policía Nacional en Choluteca, Wilson Vásquez Palma, por su parte, anunció que este año se comenzará a implementar la Policía Marítima para brindarle seguridad a los pescadores artesanales y evitar la comisión de acciones ilícitadas en el golfo de Fonseca.
Vásquez Palma comentó que a través de la Secretaría de Seguridad de Honduras se estará adquiriendo un lote de lanchas para labores estrictamente de seguridad.
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El golfo de Fonseca es una zona que se presta para realizar actividades ilícitas. No obstante, las autoridades hondureñas no tienen información de los delitos más comunes que se cometen en el sector. Con la implementación de la Policía Marítima, «se va a tener mejor resguardada la zona costera».
