TEGUCIGALPA, HONDURAS. En el Batallón Canino de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), sepultaron a perros con todos los honores de un soldado caído que muere en el cumplimiento del deber.
Durante la ceremonia se recuerdan las misiones en las que la participación del perro fallecido por ser clave. Esto, para hacer decomisos de droga, armas, dólares y descubrir otros ilícitos cometidos por miembros del crimen organizado.
Después de cantarle y aplaudirle al difunto por su servicio a la institución, lo trasladan hacia el cementerio canino. En ese sentido, lo sepultan y le colocan una lápida en la tumba, con su nombre, fecha de nacimiento y muerte. De esta manera no quedan olvidados, pues los visitan periódicamente.
Por su parte, el jefe de inteligencia de la Sección Canina de la PMOP, Juan Mendoza estimó que los perros no sólo tienen una vida de cuidados especiales, sino una muerte digna.
Lo anterior, porque forman parte de ese ejército que lucha contra la criminalidad. “Ya para el perro que fallece en la unidad, se cuenta con un cementerio canino”.
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Los entierran con todos los privilegios
“Es decir, cuando mueren en el cumplimiento del deber, donde se les da sepultura con todos los honores. Se les hace su lápida en agradecimiento al trabajo que han realizado, porque son miembros de nuestra institución”, comentó.
Indicó también que desde que fue creado el Batallón Canino, los dotaron de todos sus espacios necesarios, incluyendo el cementerio.
El uniformado precisó que el primer perro que perdió la vida fue “Buck”, de la Unidad Antinarcóticos. Esto, al perder la vida en esa base canina a causa de una bacteria gástrica, el 29 de enero del 2015.
Desde el 2013, cuando fue creada esa unidad, ya han perecido cuatro perros y sus honras fúnebres se realizan con todo el protocolo de duelo. Les compran su ataúd, los velan por varias horas con el acompañamiento de los más 160 perros policías; y sus respectivos oficiales guía de trabajo.
