Un perro entrenado para olfatear dispositivos de memoria fue la pieza clave para atrapar a un sospechoso de pedofilia en Ciudad de México.
Un labrador, Hidu, se ha hecho famoso por encontrar material pornográfico de un hombre holandés, que había huido de su país acusado por casos de abusos a menores.
Jason Maatman
Un grupo con sede en Holanda, Free a Girl, que lucha contra la trata de personas, avisó a los activistas de la organización estadounidense Operation Underground Railroad sobre la huida de un hombre. Ellos avisaron que, Jason Maatman, un holandés que defendía abiertamente la idea de tener sexo con niños, se había ido a México tras huir de procesos judiciales pendientes en Holanda.
“Pudimos confirmar que estaba en México y luego hablar con él (Maatman) en diferentes salas de chat. Nos dijo: ‘Estoy en una zona muy peligrosa, no quiero darle mi dirección. No quiero que venga a verme, pero puede encontrarme en una gasolinera’”, aseguró Matt Osborne, director de Operation Underground Railroad.
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Maatman aparentemente pensó que la aplicación de la ley en México le permitiría actuar con libertad en Ciudad de México, una metrópolis de 21 millones de habitantes donde la mayoría de los delitos quedan impunes.
Con ayuda de detectives de la fiscalía de Ciudad de México lo arrestaron el 5 de junio en una estación de buses cerca del punto de encuentro.
El hombre alto y con cabello rojizo llevaba una pistola y varias dosis de cocaína, pero no el material en formato digital que involucra a niños.
Colaboración de Hidu
Los fiscales de la ciudad utilizaron una red de cámaras de vigilancia en las calles para seguir los movimientos de Maatman, cuando lograron dar con la vivienda en la que se escondía, las autoridades pidieron la colaboración de Hidu.
Hidu, un labrador negro que había sido entrenado por Todd Jordan en su academia Jordan Detection K9 en Indianápolis, Indiana. La academia le enseña a los caninos a olfatear el óxido de trifenilfosfina o TPPO, la sustancia que sirve para el revestimiento químico utilizado en dispositivos electrónicos como las tarjetas de memoria y las USB.
El óxido de trifenilfosfina es una sustancia química que se utiliza en pequeños dispositivos de memoria de estado sólido, para evitar el sobrecalentamiento. Su olor característico es suficiente para que los perros lo localicen.
Operation Underground Railroad viajó con Hidu y su entrenador a Ciudad de México, donde los fiscales iban a registrar el apartamento.
“Según tengo entendido, había un teléfono escondido en un cesto de ropa sucia que olía muy mal; ya sabes, ropa sucia en un rincón en el que nadie entraba”, dijo Osborne. “El perro encontró ese teléfono”, reveló la fiscalía.
Búsqueda perfecta
Hidu encontró más material de pornografía infantil pegado a una pared detrás de un cuadro, señaló Osborne. “El perro olfateó un par de discos duros en algunos lugares de su departamento que eran difíciles de encontrar para los humanos, pero el perro los olfateó”.
Los fiscales dijeron que los discos y dispositivos contenían unos 4 terabytes de material de abuso sexual infantil.
La fiscal general de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, dio crédito a Operation Underground Railroad y a Hidu por su ayuda en el operativo.
“El mensaje para quien agrede a una niña, a un niño, a un adolescente: En la Ciudad de México no hay cabida para la impunidad, quienes les lastime o les agrede, será buscado, procesado y sentenciado”, aseveró Godoy.
El canino se había graduado dos semanas antes y este fue su primer caso y “olfateó un par de discos duros en algunos lugares de su departamento que eran difíciles de encontrar para los humanos, pero los olfateó”.
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