Redacción. Una escena marcada por los celos y el descontrol emocional habría sido el origen de la peligrosa confrontación entre dos vehículos registrada esta semana en la carretera CA-13, que conecta las ciudades de Tela (Atlántida) y El Progreso (Yoro).
Según versiones compartidas en redes sociales y un medio de comunicación nacional, el incidente estaría relacionado con una supuesta infidelidad, lo que provocó que un conflicto de pareja se trasladara al asfalto, generando una situación de alto riesgo para otros conductores.

En los videos que circulan en línea, se observa a una camioneta y un pick-up embistiéndose en repetidas ocasiones.
Luego, uno de los vehículos acelera para escapar, lo que desata una persecución a alta velocidad en plena vía pública. Varios testigos describieron la escena como “de película”, pero con consecuencias reales y peligrosas.
Supuesta infidelidad
Aunque no se logra identificar con claridad a los ocupantes, una comunicadora afirmó que la mujer que intentaba detener el vehículo sería la esposa del conductor, mientras que la presunta amante iba a bordo del pick-up con él.
Esa versión proviene de una fuente cercana, según lo reportado por la periodista durante una transmisión. “La pelea fue causada por una infidelidad”, dijo, dejando claro que el incidente va más allá de un simple altercado vial.
En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar: “ayer andaba con la otra”, “ahí va la esposa detrás”, “no arriesguen la vida por alguien que no los quiere”, se lee entre los mensajes que acompañan las grabaciones.
VEA EL VIDEO
🔴 Conductores convierten carretera a Tela, Atlántida, en pista de «carritos chocones». pic.twitter.com/1lwcsENzr8
— Diario Tiempo de Honduras (@TiempoHonduras) July 22, 2025
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Aunque las autoridades no se han pronunciado oficialmente, la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) ha recordado que usar un vehículo para agredir o generar peligro puede acarrear la suspensión definitiva de la licencia de conducir.
Este hecho evidencia cómo los conflictos personales pueden escalar hasta convertirse en un peligro público, afectando la seguridad en las carreteras del país.