REDACCIÓN. Cuando pensamos en una piscina, imaginamos diversión, descanso y ejercicio. Pero nadar aunque tiene muchos beneficios, como mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos, pasar demasiado tiempo en el agua, especialmente en aquellas que son tratadas con químicos, puede traer efectos negativos que rara vez se discuten.
Aquí te contamos los principales riesgos silenciosos de pasar mucho tiempo en piscinas.
1. La exposición prolongada al cloro puede irritar más de lo que cree
El cloro se utiliza para mantener el agua limpia y libre de bacterias. Sin embargo, una exposición frecuente y prolongada puede provocar:
- Irritación en la piel: el cloro puede eliminar los aceites naturales de la piel, provocando resequedad, picazón y en casos extremos, dermatitis.
- Problemas respiratorios: al inhalar vapores de cloro, sobre todo en piscinas cubiertas, se pueden irritar los pulmones y las vías respiratorias. Un estudio publicado en European Respiratory Journal advierte que los niños expuestos regularmente a piscinas tratadas con cloro tienen mayor riesgo de desarrollar asma o alergias respiratorias.
2. Riesgo de infecciones por microorganismos resistentes
Aunque el cloro es eficaz contra muchas bacterias, no elimina todas las amenazas de inmediato. Algunos patógenos como Cryptosporidium pueden sobrevivir durante días en piscinas cloradas. Este parásito provoca diarrea intensa y es altamente contagioso.
También pueden desarrollarse infecciones en los oídos (otitis externa), infecciones urinarias y hongos en la piel por compartir piscinas mal desinfectadas o por no ducharse antes y después del baño.
3. El agua no siempre es tan limpia como parece
Un informe de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.) reveló que muchas piscinas públicas contienen restos de orina, heces, sudor, cosméticos y productos para el cabello. Al reaccionar con el cloro, estas sustancias generan subproductos llamados cloraminas , que pueden causar:
- Irritación ocular
- Olor fuerte (ese olor “a piscina” no es cloro puro, sino una mezcla con residuos orgánicos)
- Riesgos a largo plazo en la salud respiratoria
4. Problemas capilares y en las uñas
Pasar mucho tiempo en piscinas puede dañar el cabello, sobre todo si está tratado o procesado químicamente. El cloro puede debilitar la cutícula capilar, dejándola seca, sin brillo y propenso a romperse.
En las uñas, la humedad constante favorece la aparición de hongos, sobre todo si se camina descalzo en áreas comunes como duchas o bordes de piscinas.
5. Deshidratación, aunque estés rodeado de agua
Estar sumergido puede dar la falsa sensación de que no necesitas hidratarte. Sin embargo, nadar durante mucho tiempo, sobre todo bajo el sol, puede llevar a la deshidratación. El cuerpo sigue perdiendo líquidos por la respiración, el sudor (aunque no lo notas) y el ejercicio físico.
Recomendaciones para disfrutar la piscina sin riesgos:
- Dúchate antes y después de entrar al agua.
- No nades si estás enfermo o tienes heridas abiertas.
- Utilice gorro de baño y gafas para proteger el cabello y los ojos.
- Mantente hidratado y protegido del sol si estás en una piscina al aire libre.
- Evita tragar agua de la piscina.
- No permanezcas muchas horas continuas en el agua.
Las piscinas son espacios fantásticos para relajarse y mantenerse activo, pero como todo, deben disfrutarse con equilibrio. Entender estos riesgos no es para alarmarse, sino para tomar precauciones y proteger tu salud y la de quienes te rodean.