SAN PEDRO SULA. El reciente incendio en el Parque Jeannette Kawas a finales de Marzo continúa siendo investigado por las autoridades respectivas. Desde el inicio se rumoró que podría haber mano criminal en el siniestro. Rumor que se expandió igual de rápido que el fuego, cuando en el lugar de los hechos fueron encontradas pistas que dejaban en claro lo que había ocurrido, incluyendo recipientes de combustible y claros indicios de que en las inmediaciones del parque se habían encendido “fogatas”.
Parque Jeannette Kawas, la investigación
Alba Ocampo, representante del Instituto de Conservación y Desarrollo Forestal (ICF) y Jefa de Unidad en Tela, quien estuvo involucrada en la evaluación del siniestro, confirmó a Tiempo Digital que aún no se habían hecho acusaciones directas, pero que se está llevando a cabo una investigación por parte de La Fuerza de Tarea Interinstitucional y el Ministerio Público local para llegar hasta el fondo del asunto.
Cuando Tiempo Digital le preguntó a Ocampo si podía quedar espacio a la duda en cuanto si el incendio fue provocado o no, respondió de manera contundente: “No hay lugar a dudas”, dijo, “pudimos observar sitios en las inmediaciones del Parque Nacional Jeannette Kawas en donde se realizaban faenas de trabajo para siembra de palma africana”.
Ocampo, experta en el tema y quien estuvo participando activamente en la extinción del incendio, brindó a Tiempo Digital su teoría de cómo pudo haber iniciado todo: “seguramente las personas que tenían la plantación de palma quisieron acaparar más área y el fuego se les extendió y se les salió de las manos y de su posibilidad de apagarlo; debido a la intensidad del fuego y a las condiciones climáticas y al comportamiento inestable del viento”.
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Ocampo recordó que en un inicio se intentó atacar el fuego por la vía terrestre, sin embargo, por ser esa una zona de “humedal”, se volvió claro rápidamente que sería imposible caminar en el terreno pantanoso el cual en ocasiones hundía a los que intentaban extinguir el fuego hasta las caderas.
Luego apuntó que se procedió a analizar rutas alternas: en la vía marítima por la Laguna de los Micos y por la vía aérea transportados en helicópteros de la Fuerza Aérea Hondureña. Así se pudieron informar y evaluar el comportamiento del incendio forestal, llegando a la conclusión de que la que manera más eficiente de atacarlo sería mediante el uso de helicópteros capaces de transportar y derramar agua directamente a la zona afectada y eso fue lo que se hizo.
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