Ruth e Israel, habla una pareja swinger de San Pedro Sula

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Pareja swinger de San Pedro Sula
En Internet hay páginas donde parejas se inscriben para conocer a otras que comparten su estilo de vida.

San Pedro Sula, Honduras. Según la opinión de varios grupos feministas y de diversidad de género del país, los hondureños somos machistas (no habría que enorgullecerse al respecto). Y para la psicóloga Allison Bonilla, las parejas hondureñas son bastante monógamas, aunque sea solo en apariencia.

Lo anterior, a criterio de Bonilla, significa que las parejas no son precisamente fieles, es decir, que muchas practican la poligamia a espaldas de su cónyuge.

Sin embargo, hay un pequeño grupo de parejas de San Pedro Sula que ha decidido vivir su sexualidad de manera abierta. Esto mediante un modo de vida conocido como «parejas liberales» o swingers. Las parejas liberales se permiten tener aventuras con otras parejas por mutuo acuerdo, sin que eso implique separarse.

Ruth e Israel, miembros de la comunidad swinger de San Pedro Sula, decidió compartir con nosotros, su particular visión de la vida en pareja.

Pareja swinger de San Pedro Sula

Ruth e Israel, son una pareja que ha decidido vivir bajo esta tendencia. Ellos se inspiraron en un segundo viaje de luna de miel que hicieron a Estados Unidos hace 5 años. Allí decidieron que la fidelidad no era lo suyo, sin embargo; se querían el uno al otro y querían permanecer juntos a pesar de desear acostarse con otros.

«En realidad decidimos viajar para salvar nuestro matrimonio. Tanto ella como yo teníamos estos instintos de sernos infieles y allí lo platicamos. Decidimos probar nuevas experiencias y visitamos un Club Swinger en Miami», afirma Israel.

Israel dice que al día siguiente amanecieron «felices» y se sintieron «más cercanos» el uno del otro.

«Cuando regresamos al país sabíamos que nuestro chip había cambiado, así que decidimos continuar con nuestros encuentros», dice por su parte Ruth.

«Al principio hacíamos tríos, incluíamos a una mujer, pero ella es esencialmente heterosexual y no me sentía bien si ella no se sentía bien. Decidimos crear un perfil de Facebook y buscar en páginas de Internet. Para nuestra sorpresa hubo varias parejas en la ciudad que llevaban un estilo de vida parecido al nuestro», cuenta Israel.

Grupo exclusivo

Ruth e Israel, afirman que el intercambio de parejas es un grupo muy exclusivo de San Pedro Sula. Esto porque piensan que pocos están preparados para sobrevivir como relación a una experiencia de ese tipo.

«Difícilmente haremos un intercambio de parejas con gente nueva en este mundo, es decir, con gente que tenga dudas y solo quiera saciar su curiosidad», declara Ruth. Esto porque según su experiencia, puede generar conflictos. «Si la pareja no tiene una conexión fuerte, puede llegar a separarse por una experiencia de intercambio de parejas», piensa Ruth.

«No todas las parejas están preparadas para incluirnos en su vida. Algunas llegado el momento comienzan a sentir celos porque nosotros somos bien seductores. Entonces preferimos a parejas como nosotros, que jueguen con toda la intensidad pero que al final sepan que es algo pasajero», continúa Ruth.

«Sí, hubo una ocasión en que la esposa de un amigo no paraba de escribirme que no podía olvidar nuestro encuentro y que deseaba verme a mí solo. Esto terminó con la amistad y yo entiendo porqué», afirma Israel. Ambos cuentan varias experiencias similares a esta.

Fiestas swingers

Ruth e Israel, ambos arquitectos de profesión, tienen una hermosa casa en una residencial del noroeste de la ciudad y llaman a la misma, su «castillo del placer».

Ellos organizan cada tanto fiestas swingers, es decir, fiestas con parejas que comparten sus mismas inclinaciones.

«Hacemos noches temáticas, noches de máscaras, por ejemplo, este fin de semana que viene haremos una cuyo tema son las historietas».

«Yo ya tengo mi traje de Spiderman y ella ya tiene uno de Wonder Woman», dice Israel sonriendo.

Swingers: comunidad creciente en San Pedro Sula

Allison Bonilla, terapeuta familiar, afirma que la comunidad swinger es una comunidad creciente en San Pedro Sula.

«Yo no les recomiendo a las parejas que sean swingers pero en mis terapias les hago decir lo que piensan y algunas veces lo que desean es estar con otras personas. Lo desean pero sin que ello signifique que quieran separarse de su cónyuge. Puedo decirle que he visto una apertura acerca de este tema en los últimos años», asegura la experta.

Para Bonilla esta apertura se relaciona con la crisis de las instituciones tradicionales. «Las parejas ya no desean casarse como antes, ni tampoco creen que la fidelidad sea algo realista. Obviamente esta idea le puede parecer escandalosa a muchos, sin embargo; yo lo que veo es un aumento de esta tendencia, pero no lo apoyo ni me opongo».

Por su parte, Rebeca Salinas, defensora de los derechos de la mujer piensa que son pocas las parejas que practican el intercambio.

«A un hombre todavía no le cabe en la cabeza que una pueda tener fantasías sexuales como ellos. Hay hombres que todavía nos ponen a la par de su mamá, que somos santas. Por eso no creo que esta tendencia vaya a aumentar tanto», declaró Salinas.

Entrevista corta

¿Qué sintieron la primera vez que vieron a su pareja con otra persona?

Israel: – Sentí celos, pero al mismo tiempo me sentí feliz de verla con mi propio consentimiento.

Ruth: – También sentí celos, pero luego lo vi gozar con una rubia bien bonita, y se me pasó (ríe).

¿Se protegen en sus relaciones sexuales?

Israel: – Eso ni se pregunta, caballero.

Ruth: – Es parte de las reglas, le pedimos exámenes y siempre hay preservativos, somos un club, hay normas que seguir.

¿Además de estos riesgos, qué otros hay en su mundo?

Israel: Los hombres solos (ríe). No, me refiero a que esto es para parejas y siempre salen hombres o mujeres que andan buscando tríos, eso es otra cosa.

¿Qué pasará cuándo ya sean mayores y ya no se gusten tanto?

Ruth: – Fundaremos un nuevo club para swingers de la tercera edad (ríe).

Israel: – Yo espero que me de alzheimer para nunca aburrirme de ella.

Después de esto, Ruth e Israel se besan y para mí la entrevista ha terminado.