CORTÉS, HONDURAS. Si bien, los sentimientos de los animales han sido objeto de estudio durante siglos, no hace falta ser un científico para saber que algunos son capaces de concebir fuertes vínculos afectivos hacia los seres humanos.
El amor hacia una mascota puede convertirse en el sentimiento más sincero, leal e incondicional que puede existir, así lo creen Julissa Castro y Denis Romero, una pareja que contó la conmovedora historia de su perrita, Arya.
Yulissa relató a Diario TIEMPO los desafíos que ha tenido que enfrentar con su mascota, pero su amor por ella ha sido tan grande que no le han importado los obstáculos.
Arya es una perrita que llegó a la vida de esta joven pareja en el año 2019, como un regalo inesperado y con ella llegaron muchas aventuras, experiencias y responsabilidades.
«Junto a ella hemos vivido muchas aventuras, retos y alegrías como familia. Desde viajes, mudanzas, inundaciones y nuevos comienzos», contó Julissa.
Para estos hondureños, Arya es su familia, ella representa el amor, unidad y fuerza. Sin embargo, en el 2021 descubrieron que esta perrita padecía de dos enfermedades graves.
«Le descubrimos dos situaciones de salud: un tumor y un problema congénito en uno de sus riñones. En ese momento aún no había mayores complicaciones, así que nos enfocamos en su tumor. Los gastos médicos eran altos, pero nos pusimos creativos para cubrir los gastos médicos de nuestra peluda hermosa».
Julissa y Denis organizaron rifas y ventas de pasteles. También, durante Navidad hicieron venta de rompopos, y las ganancias fueron destinadas para el tratamiento de su mascota a quien de cariño le dicen «negra».
En la actualidad, Arya fue diagnosticada con insuficiencia renal y, aunque se encuentra estable y ha recuperado su ánimo; ella sigue recibiendo su tratamiento en una veterinaria en San Pedro Sula.
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Lucharán por ella hasta el final
Esta pequeña familia, tiene tanto amor para Arya que seguirán luchando junto a ella hasta las últimas instancias.
«En los momentos más difíciles, Arya ha sido nuestra compañía. Por ejemplo, durante la pandemia, ella era nuestra compañera más fiel en las jornadas de trabajo desde casa. Incluso, en aquellos momentos en que perdimos a un ser querido, ella también sabía de nuestro ánimo y buscaba estar cerca nuestro o nos llevaba sus juguetes para distraernos», contó Julissa.
Esta pareja se siente afortunada de poder amar a un ser indefenso que significa compañía, fidelidad y amor.
«Ha sido también un tema de responsabilidad porque hay que llevarla a sus citas al veterinario. En el caso de Arya, nos ha enseñado el tema de responsabilidad por sus condiciones de salud desde muy pequeña», explicó.
Julissa reitera que su perrita es su familia y que uno debe hacer lo que sea, por lo cual continuará luchando por brindarle lo mejor.
«Muchos creerán y dirán que estamos locos por todo lo que hacemos por ella, pero Arya es familia, y uno hace lo que sea por su familia. Somos afortunados de tener y disfrutar de un amor tan genuino, leal y noble«, finalizaron.
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