Redacción. Varias unidades del servicio ejecutivo del transporte público, conocidas como «rapiditos», amanecieron este lunes paralizadas debido al cobro de extorsión en Tegucigalpa, capital de Honduras.
Según información preliminar, unidades del transporte público que cubren la ruta «UNAH-Carrizal» y «Carrizal-La Sosa-Centro» amanecieron paralizadas por amenazas de grupos antisociales que cobran el denominado «impuesto de guerra».
Los delincuentes enviaron un teléfono celular y una nota extorsiva a la Estación Central de Rapiditos de la ruta «Carrizal-La Sosa-Centro». En dicho papel exigían el cobro de extorsión. Además, llevaron notas a otras rutas de unidades públicas en la capital.
En la nota exigían a los conductores de la ruta el pago de 800 lempiras semanales. A parte, de los 2 mil lempiras semanales que los transportistas pagan a otras estructuras criminales.
En ese sentido, hicieron un llamado a las autoridades de seguridad para que investiguen a fondo la situación que mantienen amedrentada a la mayor parte de choferes de «rapiditos» de la capital.
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Extorsión
El pasado 30 de agosto, taxistas de las rutas de El Carrizal, Divino Paraíso y colonia Cantarero, en la capital, se encuentran paralizados debido al cobro de extorsión, siendo este el segundo punto que denuncia ser víctima de este flagelo.
Según medios locales, los conductores de estas unidades frenaron sus operaciones, pues aseguran no cuentan con el dinero para pagarle a las estructuras criminales y temen por su vida.
Por lo tanto, se maneja que se encuentran a la espera de hacer negociaciones para poder reiniciar la operatividad.
Este flagelo ha afectado en gran medida en los últimos días, pues ayer martes también se reportó que los taxistas de la ruta San Miguel-Mercado, Tegucigalpa, también pararon sus operaciones a causa de la extorsión.
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