Redacción. Los conductores de buses de la ruta Tegucigalpa-Lepaterique paralizaron sus unidades este jueves luego de que los grupos criminales los presionaran, otra vez, con el pago del “impuesto de guerra”.
Fueron pobladores de la zona que al llegar a la parada de buses se llevaron la sorpresa que hoy no habrá transporte.
Transportistas aseguraron que pagan el “impuesto de guerra” a cuatro grupos criminales, pero ahora salió otra banda de malhechores solicitándoles no sólo el pago de extorsión, sino que también el pago de un mes de adelantado.
Con este nuevo cobro, los conductores de buses estarían pagando cinco tarifas a los grupos delictivos que mantienen en zozobra al sector de Tegucigalpa-Lepaterique.
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Ya no pueden más
Los trabajadores guardaron sus unidades y dejaron de trabajar por temor a recibir ataques que puedan terminar en tragedia. Expresaron, de igual manera, que están al tanto de que las medidas afectan a la población, pero «no pueden arriesgar sus vidas».
Bandas de extorsión en Honduras
En Honduras existen seis estructuras criminales (mínimo) encargadas de exigir el denominado cobro de extorsión en el sector transporte. El representante Jorge Lanza señaló que la propagación del delito parece imparable en las principales ciudades del país.
«El señor ministro de Seguridad (Gustavo Sánchez) dice que el estado de excepción ha dado resultados y que la extorsión ha bajado enormemente. En el caso nuestro, como transportistas, aquí no nos ha bajado ni un peso», indicó.
Lanza aseguró que en San Pedro Sula los grupos criminales comenzaron a solicitar el pago de bonos. Además, comentó que no le sorprendería que la misma práctica se replique en Tegucigalpa.
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