Tegucigalpa, Honduras. Por amenazas y cobro de extorsión, amanecieron paralizados esta mañana del viernes los buses de la empresa Banegas Express, que presta servicio de transporte hacia el departamento de El Paraíso.
Según las informaciones, más de 30 unidades ubicadas en el Mercado Jacaleapa de Tegucigalpa, se mantienen en paro, por lo que varios ciudadanos que pretendían viajar al oriente del país permanecen varados en la capital.
La empresa Banegas Express se suma a la paralización de otras empresas de transporte que laboran en la terminal de Jacaleapa, la cual permanece cerrada desde hace cuatro días, tras recibir una carta extorsiva.
Los transportistas de esa zona manifestaron no soportar la extorsión. Además, que ya pagan extorsión a diferentes estructuras criminales y recientemente recibieron una séptima línea. Es decir, un séptimo grupo delictivo que les exige un pago extorsivo.
Ante la problemática, los usuarios de las comunidades que cubre la ruta han resultado afectados, ya que no encuentran otra manera de transportarse.
En los buses de esa ruta viajan pobladores de Güinope, Danlí, Morocelí y Yuscarán, entre otras comunidades.
DIPAMPCO se reúne con transportistas para abordar la extorsión en el rubro
Dirigentes del sector transporte y autoridades de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO), sostuvieron en las últimas horas una reunión para abordar el tema de la extorsión que tanto aqueja al rubro a nivel nacional.
En el encuentro estuvieron representantes de las diferentes asociaciones de transporte público de Honduras y los uniformados. Entre los puntos que se abordaron estuvo los distintos esquemas de seguridad para las rutas del servicio.
De la misma manera, se habló de los diferentes desafíos que enfrentan los transportistas en Honduras debido al flagelo de la extorsión. A su vez, se propusieron las soluciones para poner un fin a este delito en contra de un sector vital para la economía y sociedad.
Uno de los principales puntos abordados fue la necesidad de fortalecer la seguridad en las diferentes rutas de buses y así prevenir los actos delictivos. En consecuencia, se discutieron las posibles estrategias para combatir el flagelo.
Entre ellas, los transportistas solicitaron mayor presencia policial en las áreas de alto riesgo, y que se implementen sistemas de monitoreo y vigilancia en cada una de las unidades de transporte.