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miércoles, diciembre 18, 2024

Para ahorrarse el alquiler, ingeniero de Google se muda a camión

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Redacción. El elevado costo de los alquileres representa una carga económica significativa para muchos trabajadores, especialmente jóvenes, limitando sus posibilidades de ahorrar y planificar su futuro.

Sin embargo, algunas personas buscan soluciones creativas para enfrentar esta situación. Por ejemplo, Brandon, un joven ingeniero de software, se mudó a San Francisco en 2015 para trabajar en Google.

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Google
Sus necesidades como comida y duchas las cubría en las instalaciones de Google.

La situación se originó el año pasado, cuando Brandon realizaba sus prácticas profesionales en Google. A pesar de vivir en el alojamiento corporativo más barato, un apartamento compartido de dos habitaciones, el joven ingeniero debía pagar cerca de 2,000 dólares mensuales en alquiler, como lo confesó en una entrevista para Business Insider.

Una vez contratado a tiempo completo, Brandon se percató de que el elevado costo de su apartamento en San Francisco no se justificaba, ya que pasaba poco tiempo en él. Consciente de que estaba «quemando dinero», decidió buscar una alternativa más económica y adquirió una camioneta para vivir.

Mudanza a un camión

Al final, Brandon se mudó a una Ford 2006 con más de 250,000 kilómetros y unos 12 metros cuadrados. Pagó 10,000 dólares por ella, dinero que ahorró con su primer sueldo en Google. Aunque el espacio es reducido, Brandon afirma que es más grande que cualquier habitación que haya alquilado.

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Carro por dentro
Brandon adaptó la parte trasera del camión para poder vivir en ella.

Su único gasto fijo era el seguro del camión, que le costaba 121 dólares al mes. No pagaba electricidad, ya que Google cubría su factura del móvil y él resolvía los demás gastos electrónicos de forma creativa. En su blog, «Thoughts from Inside the Box», explicó que no tenía aparatos que necesitaran estar conectados a la corriente.

Las instalaciones de Google se convirtieron en su punto de referencia para cubrir sus necesidades básicas. Allí, disfrutaba de las comidas diarias y aprovechaba para asearse después de sus rutinas matutinas de ejercicio en el gimnasio corporativo.

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